9 de cada 10 personas con Lupus son mujeres en edad reproductiva
El Lupus es un grupo de síndromes clínicos (enfermedades), de naturaleza crónica, que comparten características de desorden en nuestro sistema de defensas (inmunológico), que afecta principalmente las articulaciones, la piel, el cerebro, pulmones, riñones y vasos sanguíneos provocando inflamación y daño en el tejido.
Puede manifestarse de diferentes formas tales como:
- Lupus Eritematoso Sistemático, el cual puede incluir, pero no limitarse a:
- Lupus cutáneo agudo (el más frecuentemente asociado a manifestaciones sistémicas y alta sensibilidad a la luz solar).
- Lupus Cutáneo Subagudo (que suele tener una manifestación de la piel más extensa y al curar dejar cambios de pigmentación).
- Lupus Discoide: afectación de piel crónica más frecuente, puede presentarse de forma aislada sin afectar otros órganos o sistemas.
- Lupus Inducido por Medicamentos, que usualmente mejora al retirar el fármaco que lo causa.
- Lupus Neonatal: resultado del paso de anticuerpos de la madre al bebé, usualmente mejora con el tiempo.
Síntomas, diagnóstico y tratamiento
El comportamiento clínico es muy variable, siendo lo más común el “recurrente-remitente” es decir con un vaivén de signos y síntomas (que aparecen y mejoran espontáneamente en tiempo variable), el crónicamente activo (con actividad constante en el cuerpo), el más raro crónicamente quiescente (que se mantiene “apagado” por largo tiempo), y el lupus agudo o recaída de la actividad, que se conoce como “brote”, que puede ser de leve a muy grave. Algunos signos que se pueden observar son:
- Dolor o hinchazón en las articulaciones
- Fiebre de Origen Desconocido
- Erupciones rojas en la piel
- Dolor en el pecho
- Pérdida de cabello
- Sensibilidad al sol
- Úlceras en la boca
- Cansancio extremo
Lo más importante para el diagnóstico preciso de dicha enfermedad, es acudir con un reumatólogo ante la sospecha de la misma, quien realizará un historial clínico completo, junto con un examen físico meticulosos, teniendo importancia secundaria, el complemento con análisis de sangre específicos, así como cambios característicos en estudios de laboratorio generales. En ciertos contextos se pueden realizar biopsias de la piel o riñones para descartar otros diagnósticos.
Después de recibir un diagnóstico realizado por un especialista (reumatólogo, en conjunción o no con internista, nefrólogo, inmunólogo y/o hematólogo), es fundamental conocer que no existe una cura (hasta el momento, dado que es una enfermedad donde se involucran muchos factores), sin embargo, los medicamentos y cambios en el estilo de vida podrían marcar la diferencia.
Es necesario que el manejo sea coordinado por el médico reumatólogo, dado que esto mejora el pronóstico y desenlace clínico, de acuerdo a cada uno de los síntomas que se van presentando, el objetivo del tratamiento es reducir el daño de órganos, la inflamación y el dolor, evitar los brotes y con ello mejorar la calidad de vida y salud general.
¿Quién puede desarrollar Lupus?
Cualquier persona puede desarrollar Lupus, sin embargo, el grupo con mayor riesgo de contraerlo son mujeres de 15 a 44 años de edad, personas con familiares con Lupus o cualquier otra enfermedad autoinmune y ciertos grupos raciales o étnicos.
En México se presentan desde 40 hasta 80 casos por cada 100,000 habitantes, afectando principalmente a la Ciudad de México y diversas zonas del Noroeste y Sudeste mexicano principalmente.
9 de cada 10 personas con Lupus son mujeres, por esta razón es importante acudir con un médico especialista y detectar la enfermedad a tiempo, no retrasando el tratamiento integral con el uso de terapias no demostradas o que no tienen evidencia clínica.