Más allá del colapso: las secuelas de la saturación hospitalaria por COVID-19
La pandemia de COVID-19 puso al sistema de salud de México al límite, con hospitales cercanos a la saturación debido al aumento de casos graves.
Desde el inicio de la pandemia, las autoridades trabajaron para aumentar la capacidad hospitalaria, pero los recursos siguieron siendo insuficientes ante la creciente demanda.
Situación actual de los hospitales en México
Gustavo Reyes Terán, titular de la Comisión Coordinadora de los Institutos Nacionales de Salud y Hospitales de Alta Especialidad, advirtió que las unidades de salud estuvieron a punto de saturarse debido al rápido incremento de pacientes graves. Según el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, hasta el 19 de abril del 2021 se confirmaron 5,212 casos de COVID-19 con síntomas leves y 3,049 casos graves que requirieron hospitalización.
A nivel hospitalario, Reyes Terán informó que, de las 526 camas destinadas para pacientes graves con COVID-19, solo 77 quedaron disponibles en ese momento. Ante la inminente saturación, se han planteado medidas para redirigir a los pacientes a hospitales del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y otras instituciones. Las autoridades de salud también continuaron con la expansión de las capacidades del sistema hospitalario, con la llegada de suministros médicos desde China y la habilitación de 150 camas adicionales en los días siguientes.
Preparativos ante el aumento de defunciones
En el otro lado de la emergencia, la Asociación Nacional de Directores de Funerarias empezaron a prepararse para un posible aumento en el número de fallecimientos. Se estima que México enfrentó uno de los periodos más difíciles de la pandemia, con un promedio de entre 500 y 600 defunciones diarias.
Para mitigar el impacto, se pusieron en marcha estrategias de capacitación para el manejo de cuerpos y entrega de insumos funerarios, garantizando un control adecuado de los pacientes fallecidos por COVID-19.
Recomendaciones para la población
En este contexto de crisis, las autoridades de salud insistieron en que la mejor manera de evitar el colapso hospitalario era reducir la propagación del virus. Se recomendaba a la población salir de casa solo si era estrictamente necesario, mantener la distancia social, lavarse las manos con frecuencia y evitar el contacto físico, como besos y apretones de manos.
Además, es fundamental que las personas con síntomas de COVID-19 busquen atención médica antes de que su estado de salud se agrave, lo que cual ayudó a reducir la presión sobre el sistema hospitalario. Las medidas de prevención individuales son clave para controlar la curva de contagios y evitar una saturación aún mayor de los hospitales en México.
México enfrentó una situación crítica con sus hospitales al borde de la saturación debido a la pandemia de COVID-19. Mientras se trabaja para ampliar la capacidad del sistema de salud, la colaboración de la población para seguir las medidas de prevención será esencial para superar esta etapa y evitar que el sistema sanitario colapse por completo.