Alopecia: la importancia del tratamiento oportuno
La Alopecia se caracteriza por la caída del cabello y la ausencia del mismo en la piel cabelluda. En algunos casos, también ocasiona adelgazamiento del pelo, pápulas en la frente y falta de cejas.
Existen diferentes tipos de Alopecia:
- Primaria: cuando la falta de cabello es el principal problema
- Secundaria: cuando es el resultado de otro padecimiento
- Congénita: cuando viene desde el nacimiento
- Adquirida: cuando se desarrolla a lo largo de la vida
- Localizada: cuando se ubica en una zona específica
- Difusa: cuando afecta a toda la cabeza
Las causas de la Alopecia son diversas y se pueden clasificar en cicatrizal y no cicatrizal. La cicatrizal es permanente, por lo que el cabello no vuelve a crecer. Mientras que la no cicatrizal puede ser temporal y el pelo puede regenerarse si se atiende adecuadamente.
Básicamente, el tratamiento de la Alopecia consiste en inhibidores de las cinco Alfa reductasa, minoxidil y esteroides para prolongar la fase de crecimiento del pelo. Para prevenirla es importante evitar estirar el cabello constantemente.
La Alopecia Androgenética es una de las más comunes a nivel mundial, que actualmente afecta tanto a hombres como a mujeres. Es importante detectarla a tiempo, ya que el pelo se vuelve más delgado y su ciclo de crecimiento se acorta, lo que lleva a la aparición de calvicie en ciertas zonas.
Es fundamental acudir con una persona especialista en Dermatología para detectar a tiempo la causa de la Alopecia y recibir el tratamiento adecuado antes de que se vuelva permanente. Cada causa de Alopecia requiere un enfoque específico para prevenirla o tratarla.