Ansiedad: ¿quiénes pueden padecerla?
La Ansiedad es un trastorno que ese caracteriza, principalmente, por una sensación de incomodidad. Las personas que la padecen refieren miedo a que algo les ocurra, pero no logran distinguir exactamente qué.
Las causas de los Trastornos de Ansiedad son múltiples, pueden ser genéticas, neuro-bioquímicas y sociales (por ejemplo, situaciones estresantes).
Los síntomas de la Ansiedad son:
- Alteraciones del sueño y/o del apetito
- Taquicardia
- Palpitaciones
- Sensación de falta de aire
- Cefalea tensional
- Sensación de tensión muscular
- Sensación de desesperación
- Hipervigilancia (estar muy al pendiente de lo que pueda ocurrir)
- Inquietud intensa
- Necesidad de jalarse el cabello o comerse las uñas
- Jugar con todo lo que se tiene a la mano
Los Trastornos de Ansiedad pueden manifestarse como parte de ataques de pánico, Agorafobia, fobia social y Estrés Postraumático, principalmente.
El diagnóstico de la Ansiedad es eminentemente clínico, a través de la entrevista psiquiátrica, específicamente con la realización de la historia clínica, aplicación de escalas y de la información que proporcionan familiares u otros acompañantes del paciente.
¿Quiénes son más propensos a padecer Ansiedad?
Todas las personas pueden llegar a desarrollar algún Trastorno de Ansiedad. Son más proclives aquellas que tienen antecedentes familiares, quienes son muy aprensivas o que les cuesta lidiar con el Estrés.
Las personas con Ansiedad en grados moderado o severo deben acudir a consulta psiquiátrica y psicológica. El tratamiento psiquiátrico es fundamental cuando el trastorno es severo. Es importante buscar atención especializada cuando la Ansiedad afecta las actividades cotidianas de las personas.
No debe estigmatizarse a quienes padecen este trastorno, pues no se trata únicamente de tener miedo o nervios. Las personas que viven con Ansiedad no son inseguras, tímidas o introvertidas, sólo requieren atención y empatía.