Apnea y obesidad: círculo vicioso de riesgo (P2)
La apnea predispone al aumento de peso. Los mecanismos asociados a este son multifactoriales, están relacionados con los cambios en el estilo de vida. El aprender a combinar los alimentos y las cantidades que se deben comer hacen que los cambios en la alimentación se adopten como un cambio en el estilo de vida y no de manera temporal.
Dra. Isabel Martínez del Río Requejo
Un tema que también atañe a los nutriólogos es que si no duermes bien aumentas de peso o si tienes sobrepeso no duermes bien.
La apnea del sueño facilita el aumento de peso y dificulta su pérdida. Aún no está del todo claro el mecanismo del efecto de la obesidad en la apnea. Se piensa que puede estar relacionado con el tejido adiposo que cambia de cierta forma la anatomía de la vía aérea.
También pueden estar implicados los cambios que hace la obesidad a nivel central, como por ejemplo la leptina, que tiene un incremento en la obesidad y un efecto importante en la regulación del reflejo de deglución y en el control de la respiración.
La apnea también predispone al aumento de peso. Los mecanismos asociados a este son multifactoriales, están relacionados con los cambios en el estilo de vida, ya que al no contar con un sueño reparador la persona sentirá mayor cansancio, lo que ocasiona una disminución en su actividad física. A causa de la somnolencia va a presentar varios problemas como falta de concentración y ansiedad, lo que ocasiona un mayor consumo de alimentos, que generalmente son azúcares y grasas.
Otro tipo de neurotransmisores, como la serotonina, se producen en el sueño profundo, la cual al verse disminuida ocasiona depresión, ansiedad y disminución de las actividades e incremento en el consumo de alimentos.
La pérdida de peso siempre será parte del tratamiento
El tratamiento para la apnea se relaciona con su causa, sin embargo la pérdida de peso en el paciente obeso siempre va a ser parte del tratamiento.
El tratamiento para la apnea baja la resistencia a la insulina, normaliza los sistemas hormonales y los neurotransmisores, lo que disminuye la ansiedad para comer y, en consecuencia, facilita el bajar de peso.
El perder peso no elimina la apnea, pero reduce su intensidad y puede hacer que la presión que se utiliza en el cpap (aparato utilizado para el tratamiento de apnea), se reduzca para el tratamiento.
La alimentación equilibrada, calculando la resistencia a la insulina del paciente, va a ser fundamental para tener un resultado positivo en el tratamiento. El aprender a combinar los alimentos y las cantidades que se deben comer hacen que los cambios en la alimentación se adopten como un cambio en el estilo de vida y no de manera temporal.