Articulación Temporomandibular: Descubre lo que realiza y su complejidad
El Trastorno de la Articulación Temporomandibular es crónico y degenerativo, aunque no se presenta de manera inmediata, puede causar dificultades en la masticación y apertura de la boca si no se trata a tiempo.
Estructuras óseas, musculares y ligamentos están involucradas en la función de la ATM
La Articulación Temporomandibular involucra dos huesos: la mandíbula y el hueso temporal. Las estructuras musculares asociadas incluyen los principales músculos maseteros, el músculo temporal, los músculos pterigoideos internos y externos, y en algunas ocasiones, los músculos de la porción inferior del cuello, que ayudan a descender la mandíbula junto con los músculos digástricos.
Trastornos de la ATM y causas más comunes
Las causas más comunes de problemas en esta articulación incluyen el Bruxismo, que puede ser provocado por factores como el Estrés, la falta de sueño y los ronquidos. Es importante descartar los ronquidos como una posible causa. Además, otros hábitos como morderse las uñas, masticar chicle o hielo en exceso también pueden generar problemas similares. Existen otras causas, como factores inmunológicos o patológicos, que requieren estudios adicionales para ser detectadas, aunque suelen ser menos comunes.
Opciones de tratamiento para los diferentes tipos de Trastornos de la ATM
Para diagnosticar adecuadamente, es crucial determinar la causa específica del problema en cada paciente. Si se identifica el Bruxismo como causa, es necesario investigar si el paciente tiene Sobrepeso, una mandíbula pequeña que obstruye la vía respiratoria (causando ronquidos y Bruxismo Nocturno), o si está atravesando una etapa de estrés intenso. Profesionales como maestros, trabajadores en centros de atención al cliente, o personas que deben hablar constantemente, pueden experimentar un mayor desgaste y dolor muscular.
Para pacientes con dolor muscular, se pueden aplicar tratamientos con relajantes musculares, Fisioterapia o la administración de Toxina Botulínica directamente en los músculos afectados. Si el dolor es resultado de un trauma con sangrado interno en la articulación, es necesario intervenir mediante Artrocentesis u otros procedimientos.
Por otro lado, si el dolor es causado por la falta de dientes o coronas desalineadas, es necesario rehabilitar la dentadura para restaurar la dimensión vertical de la mordida y aliviar las molestias. En algunos casos, es posible que haya patologías internas, como el crecimiento o reabsorción de la articulación, que requieren estudios y, eventualmente, cirugía.
Complicaciones potenciales
Uno de los riesgos a largo plazo es la perforación del menisco, que puede llevar a fibrosis y anquilosis, limitando la apertura de la boca. El Trastorno de la Articulación Temporomandibular es crónico y degenerativo, y aunque no se presenta de manera inmediata, puede causar dificultades severas en la masticación y apertura de la boca si no se trata a tiempo. Es posible realizar tratamientos preventivos, como Fisioterapia, colocación de guardas y la aplicación periódica de Toxina Botulínica.
Casos donde es necesaria una Cirugía para Trastornos de la ATM
En casos más graves, como la perforación del menisco o cuando el cartílago se osifica, se pueden realizar cirugías como la Discopexia para restablecer la función de la articulación. En situaciones donde hay un crecimiento desproporcionado de un lado de la mandíbula (Hiperplasia Condilar), se debe realizar un Rasurado Condilar o una Condilectomía Alta para detener el crecimiento y corregir la desviación mandibular.
Cuando se presenta reabsorción Condilar Súbita, se puede necesitar una Prótesis Condilar Bilateral para recuperar la posición y función de la mandíbula, junto con una Osteotomía para restaurar la mordida. Sin embargo, la Cirugía Articular presenta riesgos como infección, hemorragia y daño a los nervios faciales, por lo que se deben tomar precauciones para minimizar estos riesgos.
Riesgos y beneficios de la Cirugía para los Trastornos de la ATM
Los beneficios de una intervención de Articulación Temporomandibular (ATM) son significativos, restaurando la función masticatoria y la armonía facial. El tratamiento se puede dividir en diferentes fases, comenzando con Crioterapia, fomentos calientes, masajes intraorales y extraorales, y el uso de Radiofrecuencia y Fisioterapia con Láser para reducir la inflamación.
Aunque la Fisioterapia es efectiva para aliviar el dolor, los pacientes con Bruxismo crónico deben utilizar una guarda oclusal terapéutica para garantizar una mayor relajación muscular y prevenir complicaciones futuras, todo esto debe de ser indicado por un especialista en Cirugía Oral y Maxilofacial.