Artroscopía: Cirugía Mínimamente Invasiva para Tratar Patologías en Articulaciones
La Artroscopía ofrece beneficios significativos, como una recuperación más rápida, menor tiempo de inactividad y una precisión quirúrgica superior
¿Qué es?
La Artroscopía es una técnica quirúrgica mínimamente invasiva utilizada para tratar diversas patologías dentro de las articulaciones, como tobillo, hombro, cadera y rodilla. Esta cirugía permite una recuperación más rápida y efectiva en comparación con las técnicas tradicionales de cirugía abierta.
¿Qué Patologías se Pueden Tratar con Artroscopía?
La Artroscopía se utiliza para tratar una amplia gama de condiciones médicas en diferentes articulaciones:
Rodilla: Lesiones de Menisco, lesiones de cartílago, Lesiones del Ligamento Cruzado.
Hombro: Lesiones del Manguito Rotador, Luxaciones del Hombro, y otras condiciones intraarticulares.
¿Cuáles son los beneficios de la Artroscopía?
Al ser una Cirugía Mínimamente Invasiva, la Artroscopía ofrece varios beneficios significativos:
Recuperación más Rápida: Debido a las pequeñas incisiones (portales) utilizadas, los pacientes experimentan una recuperación mucho más rápida en comparación con la cirugía abierta.
Precisión en el Tratamiento: Permite una cirugía más exacta y precisa para tratar la patología específica de la articulación afectada.
Menor Tiempo de Recuperación: Los pacientes pueden esperar regresar a sus actividades diarias en un período más corto.
Menos Riesgos y Complicaciones: Las complicaciones, como infecciones intraarticulares, son muy raras debido al tamaño reducido de las incisiones y la naturaleza menos invasiva del procedimiento.
¿Quiénes pueden ser candidatos para la Artroscopía?
Prácticamente cualquier persona sana que pueda someterse a una cirugía puede ser candidata para una Artroscopía. La idoneidad depende de la articulación y la patología específica a tratar. La preparación preoperatoria es similar a la de cualquier otra cirugía, incluyendo exámenes de laboratorio y, si es necesario, la aprobación de un médico internista.
¿Cómo es la preparación y recuperación?
La preparación para una Artroscopía no requiere procedimientos especiales más allá de los estándares preoperatorios habituales. La recuperación postoperatoria es notablemente rápida:
Recuperación General: La recuperación varía según la patología tratada, pero al ser mínimamente invasiva, los tiempos de recuperación suelen ser significativamente menores, desde unas pocas semanas hasta uno o dos meses.
Regreso a la Actividad Diaria: Los pacientes pueden esperar una mejor y más rápida recuperación, permitiéndoles retomar sus actividades diarias en menos tiempo.