Asma en Niños: Signos Tempranos, Diagnóstico y Prevención
El Asma no controlada puede limitar la capacidad de un niño para asistir a la escuela, participar en actividades deportivas y disfrutar de una buena calidad de vida.
Síntomas
El Asma es una patología en la que el síntoma más prominente es la tos crónica, que tiende a empeorar por la noche o durante el ejercicio. También pueden experimentar ataques de tos que, en ocasiones, no se alivian y pueden ir acompañados de sibilancias.
Otros síntomas incluyen fatiga extrema y una sensación de opresión en el pecho. Es importante destacar que estos síntomas suelen ser crónicos y recurrentes, y no suelen estar directamente relacionados con infecciones, aunque las infecciones pueden desencadenarlos.
Causas
Los desencadenantes más comunes del Asma en niños suelen ser alérgenos, como:
- Polen
- Pasto
- Malezas
- Epitelios de animales
- Polvo
- En algunos casos, cucarachas y hongos
Sin embargo, es fundamental comprender que las infecciones también pueden desencadenar ataques de Asma, ya que las mismas células que participan en las alergias también pueden verse involucradas en las infecciones, lo que contribuye a un descontrol total.
Tratamiento
Es importante destacar que existen dos enfoques principales:
- Tratamiento sintomático: Se centra en aliviar o controlar los síntomas. Esto puede incluir el uso de antihistamínicos orales o, en casos de crisis, esteroides sistémicos. Sin embargo, la base del tratamiento sintomático suele ser el uso de esteroides inhalados o broncodilatadores de acción corta o larga. Los broncodilatadores inhalados pueden ayudar a abrir las vías respiratorias de manera rápida y limitar las crisis, mientras que los esteroides inhalados contribuyen a reducir la inflamación de forma más prolongada.
- Tratamiento de acuerdo a una alergia específica: Una vez que se haga un perfil alérgico, a través de pruebas cutáneas o pruebas de laboratorio se ofrece un tratamiento de inmunoterapia específica con alérgenos.
Diagnóstico
El diagnóstico del Asma suele basarse en la evaluación clínica de los síntomas anteriormente mencionados. Cuando se sospecha asma debido a un cuadro clínico recurrente en un niño, pueden realizarse pruebas de función pulmonar, como la espirometría, generalmente después de los cinco o seis años de edad. Antes de esa edad, existen otros métodos de diagnóstico disponibles.
Además, se pueden llevar a cabo pruebas alérgicas, como las pruebas cutáneas o análisis de laboratorio, para identificar posibles alérgenos desencadenantes.
Prevención
En cuanto a las medidas preventivas, los padres pueden tomar varias acciones importantes. Estas incluyen evitar fumar o limitar la exposición al tabaco, ya que la exposición al humo del tabaco puede exacerbar los síntomas del Asma. También es beneficioso mantener un entorno bien ventilado para reducir la exposición a la contaminación del aire. Además, se debe prestar atención a la prevención de infecciones, ya que las infecciones pueden desencadenar crisis de asma.
Impacto en la calidad de vida
El Asma puede tener un impacto significativo en la calidad de vida. Durante una crisis de Asma, la función respiratoria se ve comprometida, lo que puede ser extremadamente estresante y llevar a visitas al hospital. Además, el Asma no controlada puede limitar la capacidad de un niño para asistir a la escuela, participar en actividades deportivas y disfrutar de una buena calidad de vida. En contraste, un Asma bien controlada puede permitir que el niño lleve una vida normal y activa.
Es fundamental reconocer los síntomas del Asma y buscar un tratamiento adecuado para controlar la enfermedad. Aceptar la condición y seguir el tratamiento prescrito son pasos clave para mantener una buena calidad de vida.