Asma Grave y Riesgo de Exacerbaciones
Un error crítico que llegan a hacer frecuentemente los pacientes es minimizar su enfermedad y considerar que las crisis de asma no tienen efectos a corto y largo plazo.
¿Qué es el asma grave?
El asma es la enfermedad respiratoria más común del mundo (alrededor de 350 millones de personas tienen asma en el mundo), y dentro de esta población alrededor del 5-10% tienen una enfermedad grave que es el asma grave.
¿Qué tipo de asma es el más grave?
El asma grave es aquel que no resuelve síntomas con terapia convencional (broncodilatadores y esteroide inhalado en dosis altas) y que se caracteriza por tener un número elevado de exacerbaciones (crisis de asma) al año a pesar de la medicación adecuada.
Las crisis impactan directamente en la calidad de vida, ajustes de medicación y que pueden llegar a ser incluso fatales (algo desconocido por la mayoría); todo como resultado de una falta de diagnóstico y seguimiento exclusivo por neumología.
Un error crítico que llegan a hacer frecuentemente los pacientes es minimizar su enfermedad y considerar que las crisis de asma no tienen efectos a corto y largo plazo.
¿Cómo tratar el asma grave?
Requiere el diagnóstico por un experto en el área, que tenga experiencia en la detección oportuna de esta población y con mayor importancia se requiere seguimiento (vigilancia) estrecha por el especialista en medicina respiratoria para descartar causas alternativas de síntomas (tumor pulmonar, vasculitis sistémica, cardiopatía, fibrosis pulmonar), así como las enfermedades acompañantes que también requieren tratamiento para optimizar el control del asma.
Hoy en día, el asma grave se caracteriza por requerir dosis altas de esteroides inhalados/sistémicos junto con la necesidad de tratamientos biológicos que bloquean vías inflamatorias específicas asociadas a la carga de síntomas con la que luchan los pacientes día a día, y exacerbación tras exacerbación.
El uso de las terapias biológicas de última generación y la búsqueda de fenotipos clínicos en cada paciente nos permite elegir la mejor vía inflamatoria por bloquear e incluso llegar a la reducción de otros medicamentos.
¿Cuántas etapas tiene el asma?
Estrictamente, el asma no tiene etapas, hablamos de control de la enfermedad y puede estar bien controlada, parcialmente controlada o mal controlada. El control hace referencia a la carga de síntomas que tiene el paciente día a día con su asma.
Los pacientes con asma grave se caracterizan por tener una alta carga de síntomas asociado a exacerbaciones (picos de síntomas) que requieren uso de esteroides sistémicos, hospitalización e impactan en la calidad de vida de los pacientes – eventos que pueden ser fatales. Estos picos de síntomas son problemáticos y requieren el análisis por el especialista en medicina respiratoria.
Hay un grave desconocimiento del asma en la población general y por la misma comunidad médica lo cual se relaciona a retrasos en diagnósticos y tratamiento mal dirigidos. Es importante ser evaluado por el experto en el área para tener el control de un problema bronquial frecuente.
¿Se puede llevar una vida con Asma Grave?
Aunque en medicina no hay garantías del 100% y las crisis de asma son relativamente impredecibles, la medicina personalizada es un pilar en la evaluación del asma grave por un experto en el área con el uso de herramientas como pruebas de función respiratoria y biomarcadores inflamatorios.
Se puede lograr disminuir el número de crisis y síntomas por más del 50% de un nivel basal a los 6 meses, para que el paciente no se vea limitado a realizar cualquier actividad física desde su trabajo como deportes; siempre y cuando lleve su seguimiento formal con neumología.
¿Cuándo se puede volver un factor de riesgo el asma?
Cuando no tiene un diagnóstico y seguimiento formal por el experto en medicina respiratoria. Recordemos que alrededor de 90% de pacientes con asma, NO tienen asma grave, y solo es ese 10% restante quienes tendrán una enfermedad grave.
El asma se caracteriza por tener una evolución con altibajos, sin necesidad de tener crisis graves frecuentes. Al ser un problema crónico es esperado que la enfermedad tenga estos episodios de descompensación que son potencialmente reversibles con el manejo adecuado, pero debe mantenerse en vigilancia, siempre procurando el mejor estado de los pulmones.