Autolesión: La importancia de una pronta Intervención
La autolesión es una acción en la que una persona se lastima de manera intencional. Existen dos tipos principales de autolesión: la autolesión suicida y la autolesión no suicida.
En el primer caso, la persona busca quitarse la vida, aunque esto no siempre resulta en el fatal desenlace. Por otro lado, la autolesión no suicida se lleva a cabo con el objetivo de aliviar tensiones emocionales o físicas, sin tener la intención de morir.
Causas de la autolesión
La autolesión suicida puede ser consecuencia de una depresión severa, impulsos impulsivos o trastornos psicóticos con ideas delirantes o alucinaciones suicidas. En cambio, la autolesión no suicida está relacionada con la dificultad para manejar situaciones de estrés o dolor emocional.
Las personas que se autolesionan a menudo experimentan sentimientos negativos abrumadores, como ira, ansiedad, soledad, vacío, inutilidad, autodesprecio y culpa. El dolor físico temporal de la autolesión proporciona un alivio momentáneo de estas emociones intensas.
Tratamiento terapéutico
El tratamiento de la autolesión requiere una evaluación exhaustiva para determinar el nivel de riesgo suicida. Esta evaluación generalmente incluye un examen físico, entrevistas y, en algunos casos, pruebas psicológicas.
Una vez realizado el diagnóstico, se informa a una persona de confianza del paciente sobre la conducta autolesiva.
El tratamiento varía según el caso y las causas subyacentes. Si la causa principal es la depresión, un trastorno de ansiedad o un trastorno límite de la personalidad, el tratamiento se centrará en abordar estos problemas específicos.
Las psicoterapias o terapias de conversación se utilizan para identificar los desencadenantes de las lesiones, desarrollar herramientas de afrontamiento, fortalecer el autoconcepto, mejorar las habilidades sociales y resolver problemas.
Duración del tratamiento
El tratamiento de la autolesión es complejo y a menudo requiere un enfoque multidisciplinario. La duración varía según los factores individuales, sociales y familiares. En general, el tratamiento es a largo plazo y requiere un compromiso por parte del paciente para lograr la recuperación.
Uso de medicación
En algunos casos, se puede considerar el uso de medicación como complemento del tratamiento terapéutico. Esto puede ser necesario cuando hay un trastorno depresivo mayor, trastornos de ansiedad o dificultades para controlar los impulsos. Sin embargo, no todos los casos requieren medicación, y se debe evaluar cuidadosamente la necesidad en cada situación.
Riesgos de no buscar tratamiento oportuno
La autolesión conlleva riesgos significativos, incluso si no es un intento de suicidio. La presencia de problemas emocionales asociados y el patrón de lastimarse a sí mismo en momentos de dolor emocional están relacionados con un mayor riesgo de suicidio.