Balón intragástrico: tratamiento para obesidad y sobrepeso
La duración del balón depende del modelo utilizado, hay algunos que se retiran a los 6 meses y otros después de 12 meses.
Dr. Rubén Christian Aguirre Gutiérrez
El balón intragástrico o balón gástrico es un tratamiento para la obesidad que debe ser colocado o supervisado por un gastroenterólogo-endoscopista especializado.
El balón intragástrico se trata de un procedimiento temporal y, por lo tanto, reversible para disminuir de peso de forma significativa. Se trata de una esfera de silicona plegada que se introduce en el estómago, durante una endoscopia. La endoscopia es un procedimiento ambulatorio que dura aproximadamente 30 minutos y se realiza bajo sedación (medicamentos a través de la vena). No se necesitan incisiones ni hospitalización.
Posteriormente, el balón se rellena con suero y se deja flotando libremente en la cavidad gástrica. El balón, al ocupar una gran parte del estómago y dificultar su vaciado, produce una disminución de la sensación de hambre y la aparición de saciedad precoz al comer. Con estos 2 efectos es más fácil seguir una dieta adecuada, así como cambiar los hábitos dietéticos y de ejercicio necesarios para conseguir una pérdida de peso y mantenerla los meses siguientes. La colocación de un balón intragástrico debe ser realizada por un médico especialista en endoscopia digestiva con experiencia en el procedimiento e, idealmente, que cuente con un equipo multidisciplinario para el seguimiento nutricional del paciente durante el tratamiento.
Algunas recomendaciones después de la colocación
Después de la colocación del balón, durante los primeros días, el paciente puede experimentar sensación de náusea o vómito. Pasado este tiempo los síntomas tienden a desaparecer y el paciente únicamente notará que se llena con menor cantidad de comida. La duración del balón depende del modelo utilizado, hay algunos que se retiran a los 6 meses y otros después de 12 meses. Para ello hay que repetir la endoscopia, desinflar el balón y extraerlo por la boca. El seguimiento requiere la atención de un nutriólogo para continuar con una dieta adecuada y la modificación de los hábitos de alimentación.
El gastroenterólogo-endoscopista controlará la eficacia del tratamiento, así como la aparición de posibles síntomas derivados de la colocación del balón. Se aconseja la colocación en pacientes con IMC superior a 27. Está contraindicado su uso en personas con cirugías previas de estómago, embarazo, enfermedad inflamatoria intestinal y diabetes descompensada. La eficacia del balón intragástrico como método para perder peso está totalmente demostrada. La pérdida de peso puede ser de 15-20 kg. Por lo tanto, es una herramienta más para el control de peso y obesidad. Se recomienda que se busque un equipo de médicos con experiencia en tratar este grupo de pacientes para tener la mayor eficacia y seguridad posibles.