Biopsia renal: procedimiento rápido y confiable
La biopsia renal se realiza para descubrir un gran número de patologías en el riñón y su tipo, información necesaria para que el médico especialista llegue a un tratamiento adecuado.
Dr. Carlos Rodríguez Treviño
Para realizar una biopsia renal es necesario usar un equipo de ultrasonido, también puede ser usada una tomografía computada. El paciente se coloca boca abajo con una almohada en el abdomen para exponer mejor la superficie de la espalda, se define exactamente el sitio de punción y, con una aguja especial, se obtiene una muestra de la corteza del riñón que ayude a esclarecer el diagnóstico.
Una prueba rápida
El realizar la biopsia renal no requiere de mucho tiempo, habitualmente con 10 minutos es suficiente, se necesita usar un equipo de ultrasonido o una tomografía y la clave está en definir el sitio exacto de donde se va a obtener la muestra. Se coloca la aguja y en ese sitio se obtiene la muestra, la cual es enviada a patología para un diagnóstico preciso.
Útil para descubrir un gran número de patologías renales
La patología renal es muy amplia. Con este tipo de procedimientos se puede descubrir si el paciente tiene o no cáncer; si lo tiene se puede identificar qué tipo de cáncer, ya que existen varios tipos histiológicos; también la biopsia es útil para pacientes que sufren de glomerulopatias, ya que también sirve para definir su tipo (con una muestra de riñón que posteriormente será analizada en el laboratorio) y la causa, factores cruciales para llegar al mejor tratamiento posible.
2 tipos de procedimientos para biopsia renal
La biopsia renal puede ser dolorosa pero se pueden hacer 2 procedimientos. El primero consiste en inyectar localmente anestésico, lo que reduce totalmente la posibilidad de dolor, el segundo se hace en pacientes que tienen más ansiedad, se puede usar sedación endovenosa; habitualmente con esto el paciente no tiene mayor dolor. Si la muestra sale bien, que es lo que comúnmente sucede, no es necesario repetirla.