Cálculos renales o vesicales: enfermedad común del riñón o de vías urinarias
Los cálculos renales se originan debido a que la orina está saturada de sales o porque la orina carece de los inhibidores naturales de este proceso. El dolor y la presencia de infecciones son los principales factores para tener que realizar una intervención.
Dr. Carlos Vásquez Lastra
La litiasis renal, también denominada urolitiasis o nefrolitiasis, es una enfermedad causada por la presencia de cálculos o piedras en el interior de los riñones o de las vías urinarias (uréteres o vejiga).
Los cálculos renales se componen de sustancias normales de la orina, pero por diferentes razones se han concentrado y solidificado en fragmentos de mayor o menor tamaño. Según el lugar donde se forma un cálculo, el riñón o la vejiga, se puede denominar cálculo renal o cálculo vesical, respectivamente.
Causas de la litiasis renal
Se pueden formar cálculos renales porque la orina está saturada de sales que pueden producirlos o porque la orina carece de los inhibidores naturales de este proceso. Esto puede tener relación diversos factores como la disminución del volumen urinario y el incremento en la excreción urinaria de sustancias químicas que impiden la disolución de las sales que contiene la orina.
Síntomas generales
Los síntomas en la litiasis son variables dependiendo del tamaño, composición y de la situación de los cálculos en la vía urinaria. Algunos pueden pasar desapercibidos.
Entre ellos, se encuentra el cólico nefrítico, el cual consiste en dolor en la zona lumbar o espalda baja que se irradia hacia el abdomen anterior y hacia los genitales; se produce por la obstrucción a la salida de orina del riñón y a veces es muy intenso. Es un dolor intermitente, cólico, que se asocia a nausea y vómitos. No suele dar fiebre. Si esto sucede, hay que pensar en una sobreinfección.
Otro síntoma es la hematuria o aparición de sangre en la orina. Puede ser visible a simple vista o no y está presente en el 90% de los casos. Se produce por las lesiones que produce el cálculo en su paso por la vía urinaria.
Y por último, infecciones de orina, donde los cálculos renales pueden ser causa o consecuencia de infecciones frecuentes de la orina.
Tratamiento para el dolor de riñones
La gran mayoría de los cálculos situados en el uréter se expulsan espontáneamente en 3 o 4 semanas, dependiendo de su tamaño y posición. Cualquier cálculo no expulsado en un mes requiere un tratamiento. El dolor y la presencia de infecciones son los principales factores para tener que intervenir antes, así como la localización o la presencia de litos de mayor tamaño y que tendrán pocas posibilidades de ser expulsados de forma espontánea. Actualmente, los procedimientos endourológicos son los de elección para el tratamiento quirúrgico de los litos ureterales y renales. Esto consiste en introducir instrumentos endoscópicos muy finos por la vía urinaria y fragmentar los litos con láser.
¿Tiene cura?
Es muy importante estudiar a los pacientes que han tenido litiasis en la vía urinaria ya que es posible encontrar una causa metabólica que podría tratarse y así reducir el riesgo de una nueva formación de litos. Todo paciente que ha tenido un lito tiene 50% de posibilidades de formar un nuevo cálculo, y está en nuestras manos estudiarlo para tratar de disminuir ese riesgo. Sin embargo, hay factores hereditarios que no salen en estos estudios, pudiendo encontrar hasta 40% de los estudios metabólicos normales.