Cáncer de huesos en niños: cómo diagnosticarlo y su tratamiento
El hecho que se detecte un tumor en un hueso no significa que sea algo malo o que vaya a terminar en una amputación. Algunas causas de los tumores óseos, hasta ahora conocidas, son cargas virales, herencia genética y exposición a la radiación.
José Manuel Ruano Aguilar
Uno de los temas también relacionados con cirugía pediátrica y oncología es el cáncer de huesos. Sin embargo, el hecho que se detecte un tumor en un hueso no significa que sea algo malo o que vaya a terminar en una amputación.
Los tumores óseos pueden ser de dos tipos: benignos y malignos. En la infancia, la mayor parte son benignos pero aproximadamente el 10% podrían ser malignos.
Entre los tumores malignos más comunes se encuentran el osteosarcoma y el sarcoma de Ewing. Existen otros muchos tumores benignos como los quistes óseos o quistes aneurismáticos, así como problemas de crecimiento en las tablas de los huesos que se llaman osteocondromas.
Síntomas de cáncer de huesos en niños
Es importante hacerle caso a los niños cuando dicen que les está doliendo un hueso. Un dolor en el hueso que persiste por más de una semana siempre debe de ser atendido por un pediatra y el oncólogo pediátrico. Ese tipo de malestar es la señal más evidente sobre la presencia de un tumor óseo. Si los dolores persisten es necesario tomar una radiografía.
Causas del cáncer de huesos
Algunas causas de los tumores óseos, hasta ahora conocidas, son:
- Cargas virales importantes en el caso del osteosarcoma
- Predisposición genética
- Exposición a la radiación
Tratamiento del cáncer de huesos
Hace 15 años todos los pacientes que tenían cáncer en el hueso eran sometidos a una amputación. Hoy, en la oncología pediátrica, se cuenta con una cirugía llamada “salvamento de extremidades”, la cual consiste en quitar el tumor del hueso para posteriormente someter al paciente a quimioterapia y rehabilitación.