Cáncer de ovario: ¿qué lo provoca?
Un tumor en el ovario puede ser benigno y maligno, y se puede originar en el epitelio, estroma, o en los gametos u óvulos.
¿Qué provoca el cáncer de ovario?
El lugar donde se origina el tumor depende de la edad del paciente, por ejemplo, durante la niñez y adolescencia predominan los tumores de la estroma, mientras que en la adultez son más comunes los epiteliales, los cuales representan un 90% de los tumores malignos del ovario. El cáncer de ovario no tiene una causa concreta, sin embargo, existen factores de riesgo que incrementan la posibilidad de padecerlo, tales como edad (más de 60 años), no haberse embarazado o haberlo hecho en edad tardía, inicio temprano de menstruación, menopausia tardía o por herencia. El síndrome de cáncer de mama-ovario hereditario representa el 1% de los cánceres de ovario y este se presenta en edades tempranas (30-40 años).
Los principales síntomas que se manifiestan son molestias urinarias vagas, o distensión abdominal progresiva por la acumulación de líquido en abdomen (ascitis), lo cual nos habla de enfermedad avanzada.
Diagnóstico
En la actualidad, la mayoría de los tumores malignos de ovario se diagnostican en etapas avanzadas, debido a que los síntomas son inespecíficos. Es importante mencionar que no existen métodos confiables y recomendables para obtener un diagnóstico oportuno, y el papanicolaou no se considera útil para la detección oportuna este tipo de cáncer. Por ello es importante acudir regularmente con su ginecólogo.
Cuando existe la sospecha de cáncer de ovario, el estudio más útil es la tomografía computada de tórax y abdomen que nos permite identificar lo avanzado de la enfermedad y planear el tratamiento.
La posibilidad de curación de una paciente en etapa I es mayor del 90%, sin embargo, la mayoría de las pacientes se presentan con el tumor diseminado en cavidad abdominal, con ascitis (líquido en el abdomen), lo cual las sitúa en etapa III o bien con metástasis en hígado o pulmones (etapa IV). En éstas etapas avanzadas la probabilidad de sobrevida a 5 años es de alrededor de 35%.
Tratamiento
El tratamiento más común es cirugía que implica quitar el útero y ovarios (histero-salingo-oforectomía), y tomar muestras de grasa abdominal (epiplón), peritoneo y ganglios pélvicos y para-aórticos para establecer la etapa de avance del tumor. Lo ideal es lograr quitar todo el tumor visible para posteriormente dar quimioterapia, generalmente a base de platinos (cisplatino o carboplatino) y paclitaxel.
En casos de presentación con tumores muy avanzadas donde la tomografía muestra enfermedad demasiado extensa para poder operarla, se prefiere realizar el diagnóstico mediante laparoscopía y dar quimioterapia antes de realizar la cirugía de citorreducción (así se le llama a la cirugía descrita inicialmente).