Cáncer de Ovario: una enfermedad de alto riesgo

Cáncer de Ovario: una enfermedad de alto riesgo

Editado por: el 04/09/2023

Es esencial comprender que cada caso de Cáncer de Ovario es único y debe ser tratado de manera personalizada.

 

El Cáncer de Ovario, aunque ocupa el tercer lugar entre las enfermedades malignas en mujeres, es el más letal en comparación con el Cáncer de Mama o el de Cérvix. Esta alta mortalidad se debe principalmente a que, en la mayoría de los casos, se detecta en etapas avanzadas de la enfermedad.

 

La sintomatología en las etapas tempranas es ambigua y la exploración clínica tiene limitada sensibilidad. Por lo tanto, el ultrasonido se convierte en el método de imagen de elección debido a su bajo costo, ausencia de radiaciones ionizantes y amplia disponibilidad.

 

 

Para comprender el Cáncer de Ovario, primero debemos conocer la anatomía del ovario. En la etapa reproductiva, el ovario alberga folículos y el cuerpo lúteo. Este último es la estructura que se forma tras la ruptura del folículo dominante, generalmente en la mitad del ciclo menstrual. Los Tumores Ováricos pueden ser sólidos o quísticos y se caracterizan por el aumento en su tamaño y cambios en su estructura.

 

Tumores Benignos y Malignos

 

Los Tumores Benignos más comunes son los Quistes simples, que tienen paredes delgadas, carecen de componentes sólidos y, ocasionalmente, pueden tener pequeños septos sin vasos sanguíneos en su interior. Estos Quistes simples suelen desaparecer en un corto período, generalmente de cuatro a ocho semanas.

 

Por otro lado, los Tumores Malignos pueden presentar componentes sólidos conocidos como excrecencias, papilas o vegetaciones, acompañados de vasos sanguíneos en su interior. La presencia de estos vasos puede detectarse mediante el uso del Sistema Doppler, que muestra un índice de baja resistencia debido a la falta de una capa muscular que restrinja el flujo sanguíneo.

 

En casos de Tumores Malignos avanzados, se pueden observar septos que miden más de 3 milímetros de espesor, presencia de líquido libre en la cavidad pélvica o incluso implantes en el peritoneo o en órganos vecinos. Estos signos indican que la enfermedad se encuentra en una etapa más avanzada y requiere un manejo médico específico.

 

La importancia de la personalización en el diagnóstico

 

Es esencial comprender que cada caso de Cáncer de Ovario es único y debe ser tratado de manera personalizada. Esto es especialmente relevante en pacientes con antecedentes familiares de primer grado o mutaciones genéticas conocidas, como el BRCA1 o BRCA2. En estos casos, un seguimiento cercano y regular, que incluye ultrasonidos cada seis meses, es imprescindible para un diagnóstico precoz y un manejo adecuado de la enfermedad.

Ginecología y Obstetricia en Miguel Hidalgo