Cáncer: Factores de riesgo asociados a este padecimiento

El Cáncer es una enfermedad por la que algunas células del cuerpo se multiplican sin control y diseminan a otras partes del cuerpo.

Existen múltiples factores genéticos, ambientales y personales que pueden aumentar el riesgo de desarrollar algún tipo de Cáncer. Entre los más comunes están los siguientes.

Antecedentes familiares

Es común que cuando un miembro de la familia desarrolla algún tipo de Cáncer, exista un factor genético hereditario que predispone a sus descendientes a manifestar esta enfermedad.

Genes y cromosomas

Un cromosoma adicional o anómalo puede aumentar el riesgo de desarrollar Cáncer. Por ejemplo, las personas con Síndrome de Down tienen una mayor probabilidad de presentar Leucemia. Algunas mutaciones genéticas pueden causar Cáncer, especialmente cuando se dan a consecuencia de los efectos nocivos de un producto químico, la exposición a la luz solar, el consumo de medicamentos específicos o las que se presentan después de una infección.

Los genes relacionados con el Cáncer son los Oncogenes (formas mutadas de los genes que regulan el crecimiento e indican a las células que se multipliquen incontroladamente) y los genes supresores de tumores (inhiben el desarrollo de neoplasias y células cancerosas)

Edad

Algunos tipos de Cáncer afectan específicamente a grupos poblacionales. Por ejemplo, el Retinoblastoma o el Neuroblastoma afectan casi exclusivamente a infancias. Algunas estadísticas indican que la mayoría de los diferentes tipos de Cáncer se presentan en principalmente en personas mayores de 65 años, debido a diversos factores de riesgo como el debilitamiento del sistema inmunológico.

Factores Ambientales

Elementos como el humo de tabaco, contingencia ambiental o la contaminación del agua se asocian con un riesgo mayor de padecer algunos tipos de Cáncer. Además, se ha demostrado una relación con sustancias específicas como los pesticidas o plaguicidas.

Además, la exposición a la radiación empleada en las Tomografías Computarizadas, así como la exposición a los rayos ultravioleta o al gas radioactivo también se consideran factores ambientales que predisponen el desarrollo de enfermedades específicas.

Dieta

Ingerir alimentos con gran contenido de grasas saturadas o ser una persona con Obesidad aumentan el riesgo de ciertos tipos de Cáncer. Además, la ingesta excesiva de alcohol, el consumo de alimentos ahumados, encurtidos y carnes cocinadas en barbacoa también se consideran factores de riesgo.

Fármacos y tratamientos

Los medicamentos hormonales como los anticonceptivos y en general los tratamientos hormonales predisponen al desarrollo de cánceres específicos como el Cáncer de Mama o el Cáncer de Hígado.

Infecciones

Algunas infecciones como la del Virus del Papiloma Humano es considerada una de las causas principales del Cáncer de Cuello Uterino, Cáncer de Vulva, Cáncer de Pene y Cáncer Anal. Algunos retrovirus como el VIH pueden causar algunos tipos de Cáncer.

Finalmente, algunas bacterias y parásitos causantes de infecciones también son considerados factores de riesgo para el desarrollo de Cáncer.

Trastornos Inflamatorios

Enfermedades como la Colitis Ulcerosa o la Enfermedad de Crohn propician el desarrollo de Cáncer de Colon.

Tumores benignos y malignos: ¿En qué se diferencian?

Un tumor es una masa de tejido que crece abultadamente y puede ser palpable o no. Por lo general, se desarrollan en un órgano específico. La causa de los tumores cancerígenos es la reproducción descontrolada de las células acumuladas en una zona específica.

Un Tumor Benigno es aquel que genera e imita células normales que no invaden al organismo, mientras que un Tumor Maligno se produce cuando hay reproducción celular descontrolada y desordenada. Este tipo de tumor crece e invade otras zonas del cuerpo.

Para determinar el tipo de tumor que se desarrolla en una persona es necesario realizar diversas pruebas, entre ellas, la Biopsia.

Prevención del Cáncer

Existen distintas medidas que nos pueden ayudar a prevenir el desarrollo de ciertos tipos de Cáncer. Es importante considerar estas opciones si se tienen uno o más factores de riesgo, especialmente aquellas personas que tienen antecedentes familiares de cáncer. Las principales recomendaciones generales son:

• No consumir tabaco: Incluso es importante dejar de inhalar humo de segunda mano
• Dieta saludable: Es necesario incluir frutas y verduras en la dieta diaria, disminuir el consumo de alcohol y limitar las carnes y alimentos procesados
• Actividad física: Mantener un peso saludable disminuye el riesgo de desarrollar Cáncer. Además, la actividad física brinda múltiples beneficios para la salud
• Exposición al sol: Evita el sol de mediodía, procura caminar por la sombra, utiliza ropa que cubra la mayor parte de piel, utiliza protección solar y evita las cámaras solares o de bronceado
• Vacunación: Es importante vacunarse contra infecciones virales que pueden aumentar el riesgo a desarrollar Cáncer, por ejemplo, la Hepatitis B o el Virus del Papiloma Humano
• Conductas de riesgo: Es recomendable mantener relaciones sexuales seguras y no compartir agujas en caso de ser una persona usuaria de drogas
• Atención médica regular: Someterse a chequeos periódicos es importante para prevenir cualquier tipo de enfermedad, consulte a una persona especialista en caso de tener múltiples factores de riesgo para el desarrollo de Cáncer

Diagnóstico del Cáncer, la importancia de la detección temprana

Diferentes tipos de Cáncer suelen ser curables durante las primeras etapas o estadios, para ello, la detección oportuna es fundamental. Iniciar un tratamiento de forma precoz mejora el pronóstico de la enfermedad. Algunas de las pruebas que se utilizan para diagnosticar esta enfermedad son:

• Exploración física: Para buscar bultos o tumores que indiquen la presencia de Cáncer. Además, durante la exploración se pueden buscar anomalías, cambios en el color de la piel o agrandamiento de algún órgano. En algunos tipos de Cáncer se recomienda la autoexploración como medida preventiva
• Análisis de laboratorio: Como pruebas de sangre o muestras de orina para identificar posibles anomalías relacionadas
• Pruebas de Imagen: Estas permiten que la persona especialista observe huesos y órganos internos de una manera no invasiva. Las más comunes son la Tomografía Computarizada, Gammagrafías Óseas, Resonancias Magnéticas, Ecografías y Radiografías
• Biopsia: En esta prueba se extrae una muestra de tejido para analizarla en el laboratorio. En algunos casos, la Biopsia es la única forma de obtener un diagnóstico definitivo del Cáncer.

La valoración médica es fundamental antes de someterse a distintas pruebas. A través de la historia clínica, antecedentes familiares y análisis de los factores de riesgo se puede determinar la probabilidad de que la persona tenga algún tipo de Cáncer.

Cirugía, un tratamiento fundamental en la lucha contra el Cáncer

La Cirugía Oncológica puede realizarse por diversos motivos, los principales son:

• Preventiva: Consiste en extirpar un órgano antes de que se desarrolle el Cáncer
• Diagnóstica: Se extrae una parte del tejido a analizar para determinar si se trata o no de una célula cancerígena
• Estadiaje: Permite observar el tamaño del Cáncer y si se ha propagado. Con esta cirugía se puede determinar el estadio del Cáncer
• Tratamiento primario
• Citorreducción: Cuando no se puede extirpar todo el Cáncer, se extirpa la mayor cantidad posible de tejido
• Paliativa: Se utiliza para mejorar la calidad de vida, por ejemplo, eliminando el dolor que provoca la presión de un hueso o nervio

Todas las intervenciones quirúrgicas por Cáncer presentan distintos riesgos potenciales o efectos secundarios asociados. En el caso de la Cirugía Oncológica los principales son: dolor, infección, pérdida de función de un órgano, hemorragias.

Para evitar complicaciones, se recomienda acudir con una persona especialista. Además, es necesario seguir las indicaciones preoperatorias y postoperatorias para asegurar la efectividad y seguridad del procedimiento.