Cardiopatías Congénitas: malformaciones que se presentan desde el nacimiento
Si bien la mayoría de las Cardiopatías Congénitas no se pueden prevenir, es importante brindar un apoyo prenatal adecuado
Las Cardiopatías Congénitas son malformaciones que se presentan desde antes del nacimiento. Su incidencia varía, y según las estadísticas, aproximadamente ocho de cada mil personas nacen con una Cardiopatía Congénita. La literatura puede ofrecer diferentes cifras, pero se estima que actualmente el porcentaje es del 5%, lo cual indica un número significativo de niños que nacen con malformaciones en su corazón.
El pronóstico de las Cardiopatías Congénitas es altamente variable y depende del tipo de malformación, así como de la presencia de otras afecciones congénitas en el corazón. Además, el momento en que se detecten estas afecciones juega un papel crucial en el pronóstico, mientras más temprano se haga el diagnóstico y se inicie el tratamiento, mejores serán los pronósticos.
Existen distintos tipos de Cardiopatías Congénitas, algunas de ellas muy severas y con opciones de tratamiento limitadas, mientras que otras son más simples y pueden ser tratadas mediante medicamentos, intervenciones con cateterismo o cirugía.
Causas de las Cardiopatías Congénitas
Las causas de las Cardiopatías Congénitas son múltiples y no siempre es posible predecirlas con facilidad. Sin embargo, una de las principales causas está relacionada con problemas genéticos. Además, durante el Embarazo pueden surgir factores inherentes a la madre, como la Diabetes Gestacional, que aumentan el riesgo de Cardiopatías Congénitas.
También existen casos en los que no se puede determinar el origen de la afección, siendo consideradas de origen multifactorial, si bien la mayoría de las Cardiopatías Congénitas no se pueden prevenir, es importante brindar un apoyo prenatal adecuado.
Síntomas de las Cardiopatías Congénitas
Los síntomas que presentan los niños con Cardiopatías Congénitas son variados. Algunos pueden no mostrar síntomas al principio, pero luego experimentan fatiga y cambios en la coloración de la piel, los labios y las uñas, adquiriendo un tono azul o violeta.
Otros pueden tener dificultades para realizar actividades deportivas e incluso desmayarse, en casos extremos pueden sentir dolor en el pecho llegando a sufrir Paros Cardíacos.
¿Cómo se realiza el diagnóstico?
El diagnóstico básico de una Cardiopatía Congénita se realiza al momento del nacimiento. Algunos países de Europa y América llevan a cabo un estudio llamado Tamiz Cardíaco Neonatal, que consiste en medir la cantidad de oxígeno en diferentes partes del cuerpo utilizando un oxímetro.
Esta prueba puede indicar la presencia de una Cardiopatía Congénita, en caso de que este estudio sea normal o no se haya realizado, se puede realizar una evaluación posterior por parte del Pediatra, quien puede detectar sonidos anormales en el corazón conocidos como Soplos Cardíacos, en ese caso, el Pediatra puede derivar al paciente a un Cardiólogo Pediatra para una evaluación más completa, que generalmente implica un Ecocardiograma.
En ocasiones, pueden ser necesarios estudios complementarios como Tomografías, Resonancias Magnéticas o Cateterismos Diagnósticos para obtener un diagnóstico preciso.