Cirugía de Cadera: ¿Cuándo se convierte en una opción necesaria?
La Cirugía de Cadera es un procedimiento que consiste en remover el cartílago enfermo de una articulación en caso de una Fractura para poder sustituirlo por un componente metálico o de aleaciones.
Este procedimiento tiene el objetivo de mejorar la calidad del movimiento de las personas. La Cirugía de Cadera elimina el dolor que existe al flexionar, extender, subir y bajar escaleras, ir al baño, manejar o realizar actividades deportivas de bajo impacto.
¿En qué momento se convierte en la opción idónea?
Es sugerible someterse a una Cirugía de Cadera cuando el dolor es insoportable. En algunos casos se puede llevar un control suficiente a base de analgésicos, infiltraciones guiadas o Fisioterapia, así como con el uso de auxiliares de la marcha como bastón o andadera. Sin embargo, cuando el dolor es insoportable incluso con los cuidados mencionados, se recomienda una Cirugía Protésica de Cadera.
La principal ventaja de esta intervención es que la persona mejora su calidad de vida y puede retomar sus actividades habituales sin molestias.
La importancia de los cuidados posteriores
Después de una Cirugía de Cadera es importante que el paciente acuda a Fisioterapia y se eduque en cuanto a los cambios realizados, es decir, que genere conciencia sobre su nueva articulación y lo que ello implica.
Por otro lado, será necesario que la persona utilice una andadera al menos durante dos semanas y bastón una semana más.
En caso de requerir una Cirugía de Cadera es necesario acudir con una persona especialista en Ortopedia que cuente con experiencia y entrenamiento en Cirugía Articular o específicamente en Cirugía de Cadera.