Cirugía de Hemorroides
Las Hemorroides son unas estructuras normales en el canal anal a modo de almohadillas que, cuando están en condiciones normales y no son patológicas, influyen en el mecanismo de la continencia fecal y hacen que el ano se cierre de una forma más efectiva
La Enfermedad Hemorroidal hace referencia a una vena hinchada que sangra y se localiza a nivel del recto. Se trata de una patología que afecta a ambos sexos y la edad más frecuente para presentarla es a partir de los 50 años.
Es un problema de salud porque se puede decir que el 50% tanto de hombres como de mujeres padecen, en algún grado, la patología de las Hemorroides. Esto se debe al estilo de vida que tenemos, a la dieta, a los hábitos evacuatorios que no son los más adecuados y al sedentarismo. Además, se pueden presentar durante o después del embarazo.
Los principales síntomas de las Hemorroides son el dolor y el sangrado durante la evacuación, para diagnosticarlas, es necesario realizar un tacto rectal en el consultorio o mediante una Anoscopía.
Entonces, ¿cómo podemos evitar que las Hemorroides den problemas o síntomas? Lo fundamental es una dieta rica en fibra, beber abundante agua, entre dos litros y dos litros y medio al día. También es importante tener un hábito evacuatorio que sea lo más fijo posible, incluso no pasarse mucho tiempo en el baño, ni hacer demasiado esfuerzo al hacer la deposición. Además, el ejercicio físico viene bien para conseguir que las Hemorroides no nos planteen problemas en un futuro.
Indicaciones para la Cirugía
De entrada, cuando las Hemorroides nos producen síntomas, se puede intentar un tratamiento conservador, mejorando algunos hábitos como comer alimentos ricos en fibra, el uso de ablandadores de heces o medicamentos.
En el siguiente escalón, cuando esto no ha sido eficaz, entonces ya se pasa al tramo de la cirugía. El síntoma fundamental que hará que se opere de Hemorroides será el sangrado. También puede pasar que se prolapsen a través del ano, se puedan inflamar, doler y puedan producir otros síntomas más de incomodidad, que no han cedido con el tratamiento médico y se pasa al tratamiento quirúrgico. Entonces, una vez que se llega a esa fase, se tendrá que decidir cuál es el tratamiento de elección para ver cuál es el mejor que pueda ofrecerse al paciente.
Alternativas quirúrgicas
A la hora de decidir el tratamiento que se realizará para solucionar el problema de las Hemorroides, se tienen varias alternativas. Está la alternativa convencional, que es la Extirpación de las Hemorroides o Hemorroidectomía, que plantea diversos problemas porque requiere más ingreso y presenta más complicaciones en cuanto al sangrado y el dolor. Es una técnica muy eficaz, pero con efectos secundarios relativamente importantes.
La recuperación de una Cirugía de Hemorroides hasta su total cicatrización puede tardar de tres a cinco semanas y, por lo general, la persona especialista indicará el uso de analgésicos, laxantes y baños de asiento.
¿Qué ofrece el Láser con respecto a estos inconvenientes que ofrece la técnica convencional? El Láser, al ser una técnica que lo que hace es fotocoagular los vasos y vaporizarlos, hace que las Hemorroides se contraigan y entonces vuelvan otra vez a su tamaño normal. Es una técnica que requiere muy poco ingreso, entre dos y cuatro horas es suficiente, prácticamente no hay dolor y la incorporación a la vida normal es casi inmediata. La desventaja de este procedimiento suele ser el alto costo.
Recuperación
La recuperación inicial es, obviamente, muy precoz y definitiva en ese momento. No hay ninguna técnica quirúrgica de Hemorroides que garantice el que no puedan volver a salir. Tanto con el Láser como con la técnica convencional se pueden volver a reactivar si no se mejoran los hábitos defecatorios, dieta, etcétera.