Cirugía Endoscópica: Una opción segura en Pediatría
La Cirugía Pediátrica Endoscópica es una Alta Especialidad de la Cirugía Pediátrica, dirigida al abordaje de procedimientos mínimamente invasivos mediante tecnología médica avanzada.
Las ventajas de la Cirugía Endoscópica Pediátrica son que los pacientes se recuperan mucho más rápido y se cuida la estética corporal, pues el abordaje se realiza a través de incisiones pequeñas de hasta 3 milímetros.
Las principales particularidades que diferencian a esta técnica de la Cirugía Pediátrica tradicional son:
- Una exposición más detallada de la zona afectada o que se va a intervenir
- Acceso a zonas complejas para su manipulación
- Menor estancia intrahospitalaria
- Menor dolor posterior a la intervención y, por ende, recuperación postquirúrgica favorable y rápida
- Resultados estéticos
Mediante Cirugía Endoscópica Pediátrica se pueden realizar desde cirugías menores (ambulatorias) hasta complejas. Los padecimientos que se pueden tratar son:
- Hernia Inguinal
- Testículo no Descendido
- Testículo no Palpable
- Malformaciones Intestinales
- Malformaciones Pulmonares
- Apendicitis
- Invaginación Intestinal
- Perforaciones Intestinales
- Trauma Abdominal Penetrante y/o Cerrado
- Traumas Torácicos
También es posible hacer Biopsias de tubo digestivo superior, extracción de Pólipos Rectales y extracción de cuerpos extraño.
Desventajas y riesgos
La desventaja de la Cirugía Pediátrica Endoscópica es que puede ser difícil cuando no se cuenta con el equipo necesario; y aunque hay opciones para rentar el equipo, el costo suele ser elevado.
Como en cualquier procedimiento, es posible que haya complicaciones específicas, por ejemplo: perforación de víscera hueca, sangrado por lesión a grandes vasos y otros relacionados con el mal funcionamiento del equipo.
Para saber si un niño es candidato a una Cirugía Pediátrica Endoscópica son necesarios estudios de sangre, los cuales ayudan a descartar un proceso anémico, alteraciones de la coagulación o inestabilidad hemodinámica.