Cirugía Reconstructiva del Suelo Pélvico: Restablece las posiciones pélvicas y corrige problemas genitales
El Suelo Pélvico es una estructura de soporte que puede debilitarse y romperse debido a situaciones como el parto y el Embarazo.
¿Qué es el Suelo Pélvico?
Cuando esta estructura se debilita, los órganos pélvicos pueden descender, lo que comúnmente se conoce como prolapso. Este descenso puede afectar la vejiga, el recto o incluso el útero, e incluso puede ocurrir en mujeres que han tenido una Histerectomía, donde la cúpula vaginal puede descender.
¿En qué consiste la Cirugía Reconstructiva del Suelo Pélvico?
La Cirugía Reconstructiva del Suelo Pélvico implica reconstruir cada una de las partes de esta estructura utilizando diferentes tejidos. Las cirugías para reparar este tipo de problemas son en su mayoría ambulatorias y pueden abordar problemas como la caída de la vejiga, el recto o el útero. Sin embargo, en casos más complejos, como la reparación del útero, puede requerir hospitalización.
¿Cuáles son los síntomas más comunes?
Los síntomas de un Suelo Pélvico debilitado pueden incluir la sensación de un cuerpo extraño en la vagina, Incontinencia Urinaria, dificultades sexuales, infecciones frecuentes y el prolapso de los órganos, lo que puede causar incomodidad y afectar la calidad de vida de una mujer.
¿En qué consiste la evaluación médica?
Es esencial una evaluación médica adecuada para determinar si la paciente es candidata para la Cirugía Reconstructiva del Suelo Pélvico. Es importante concienciar a las mujeres sobre la importancia de buscar ayuda médica cuando experimenten síntomas de un suelo pélvico debilitado, especialmente después de embarazos o partos.
¿Cuáles son los cuidados luego de la cirugía?
Después de la cirugía, se espera una recuperación rápida, generalmente con técnicas mínimamente invasivas. Sin embargo, se deben seguir cuidados postoperatorios, como evitar levantar objetos pesados y hacer esfuerzos intensos, durante algunas semanas para permitir una cicatrización adecuada. Se recomienda volver gradualmente a las actividades cotidianas y al ejercicio después de un período de tiempo determinado por el médico, con restricciones según el tipo de actividad física para evitar la recurrencia del problema.