Cirugía de Rodilla y Prótesis Total de Rodilla: Cuándo y por qué deben realizarse
La cirugía de rodilla y la colocación de una prótesis total de rodilla son intervenciones médicas destinadas a mejorar la calidad de vida de personas que experimentan dolor crónico e incapacitante en esta articulación.
Este procedimiento se recomienda generalmente cuando otros tratamientos menos invasivos no han dado los resultados esperados.
¿Cuándo es necesaria una Cirugía de Rodilla?
La Cirugía de Rodilla se considera cuando un paciente cumple ciertos criterios médicos. La principal indicación es el dolor severo que afecta significativamente la calidad de vida del paciente, limitando actividades cotidianas como caminar, subir escaleras o incluso permanecer sentado durante largos periodos.
Los criterios para la Cirugía de Rodilla son:
- Edad: generalmente se recomienda a pacientes mayores de 60-65 años
- Deformidades: la presencia de Deformidades en la rodilla, como la Artrosis avanzada, es un indicador clave
- Dolor incapacitante: el dolor persistente, que no mejora con tratamientos conservadores, es el factor más determinante para considerar la cirugía
- Actividad física limitada: pacientes jubilados o con una demanda física moderada suelen ser los mejores candidatos, ya que las prótesis requieren ciertos cuidados y limitaciones en el tipo de actividad que se puede realizar
¿Qué implica la Prótesis Total de Rodilla?
La Prótesis Total de Rodilla tiene como principal objetivo aliviar el dolor y mejorar la movilidad. Sin embargo, es importante destacar que no es una solución para siempre y que requiere cuidados específicos para prolongar su vida útil.
Existen dos tipos de prótesis:
- Prótesis primaria: se coloca en pacientes por primera vez
- Prótesis de revisión: se utiliza en pacientes que han tenido complicaciones con una prótesis previa, como aflojamiento o desgaste
La vida útil de una Prótesis de Rodilla oscila entre 15 y 20 años, dependiendo de factores como el peso del paciente y el tipo de actividades que realice. Por ello, se recomienda realizar la cirugía en el momento adecuado, evitando intervenciones prematuras.
Riesgos asociados a la cirugía de rodilla
Como cualquier procedimiento quirúrgico, la Cirugía de Todilla tiene ciertos riesgos, aunque estos pueden minimizarse con una adecuada preparación y monitoreo postoperatorio. Estos pueden ser:
- Infecciones: aunque son raras, las infecciones pueden ocurrir y requieren tratamiento inmediato
- Rechazo o alergias: en algunos casos, el cuerpo puede rechazar la prótesis o presentar reacciones alérgicas
- Complicaciones relacionadas con la salud general del paciente: pacientes con enfermedades como Diabetes o Hipertensión deben tener estas condiciones controladas antes de someterse a la cirugía
Para reducir estos riesgos, se realiza un protocolo preoperatorio completo, que incluye evaluaciones por parte de médicos especialistas (Cardiólogo, Odontólogo, Ginecólogo, Urólogo, etc.), así como exámenes de laboratorio.
El proceso de recuperación después de una Cirugía de Rodilla
El proceso de recuperación tras una Cirugía de Rodilla es progresivo y requiere de un seguimiento estricto para asegurar el éxito de la intervención. La rehabilitación comienza casi de inmediato, con el objetivo de recuperar la movilidad y evitar complicaciones como la rigidez articular.
Primeros días postoperatorios
- Movimientos pasivos continuos: desde el primer día tras la cirugía, se utiliza una máquina de movimientos pasivos para ayudar en la flexión y extensión de la rodilla
- Fisioterapia: se inicia con la aplicación de hielo y ejercicios de bajo impacto para controlar la inflamación y mejorar la movilidad
Movilización temprana
Al día siguiente de la operación, el paciente puede empezar a caminar con la ayuda de una andadera, y después de 15 días, se retiran las suturas y se inicia una segunda fase de ejercicios más intensivos.
Entre las 6 y 8 semanas, la mayoría de los pacientes muestra una notable mejoría en su capacidad para moverse y realizar actividades cotidianas.
¿Qué actividades puede realizar un paciente con Prótesis de Rodilla?
El objetivo principal de una prótesis es devolver al paciente la capacidad de realizar actividades diarias sin dolor, pero con ciertas restricciones. Es importante evitar actividades que puedan causar un desgaste prematuro de la prótesis.
Las actividades recomendadas son:
- Caminata: ideal para mantener el rango de movimiento y fortalecer los músculos sin ejercer demasiada presión sobre la rodilla
- Natación: excelente ejercicio de bajo impacto que permite mejorar la movilidad sin riesgo para la prótesis
- Ciclismo y golf: estos deportes también son recomendados, ya que no implican grandes demandas físicas sobre la rodilla
Actividades no recomendadas
- Deportes de alto impacto: como el running o el baloncesto, ya que pueden acelerar el desgaste de la prótesis
- Levantamiento de pesas pesadas: puede ejercer una presión excesiva sobre la articulación, afectando la durabilidad de la prótesis
La importancia del control del peso
Un factor crucial para prolongar la vida de una Prótesis de Rodilla es el control del peso. El Sobrepeso o la Obesidad pueden provocar un desgaste prematuro de la prótesis, aumentando el riesgo de complicaciones y la necesidad de una segunda intervención.
Actualmente, existen prótesis especializadas para pacientes con Sobrepeso, diseñadas con materiales y estructuras que soportan una mayor carga, aunque siempre se recomienda que el paciente baje de peso antes de la cirugía para obtener mejores resultados a largo plazo.
La Cirugía de Rodilla y la colocación de una Prótesis Total de Rodilla es una solución efectiva para aquellos pacientes que sufren de dolor crónico e incapacitante, mejorando su calidad de vida y devolviéndoles la capacidad de realizar actividades diarias. Sin embargo, es fundamental seguir todas las recomendaciones médicas y adoptar un estilo de vida adecuado para maximizar la duración de la prótesis y evitar complicaciones.