Colecistitis: la cirugía como única opción de tratamiento
La vesícula biliar es un órgano intraabdominal que sirve para almacenar bilis, el daño generado a este órgano podría requerir de su extracción.
La función principal de la vesicular biliar se da cuando nosotros comemos alguna grasa, este órgano libera la bilis, la cual funge como una especie de jabón que tiene la capacidad de absorber las grasas. Cuando existe un trastorno de liberación de bilis en la vesícula se detona un proceso inflamatorio o lo que llamamos Colecistitis.
La Colecistitis se puede presentar a cualquier edad, sin embargo, es más frecuente en mujeres y en personas en edad adulta sobre todo entre los 30 y 40 años de edad, que utilicen métodos anticonceptivos hormonales y personas con muchos hijos.
Síntomas según el tipo de Colecistitis
Existen dos tipos de Colecistitis, con piedras y sin piedras:
- Con piedras: se da cuando existe un proceso inflamatorio con piedras biliares y sucede por el estímulo entre la grasa y la bilis que ocasionan que la piedra obstruya su salida generando cólicos, dolores e inflamación. Dependiendo de la obstrucción, el paciente puede presentar procesos crónicos de dolor de forma importante, sin embargo, si la piedra se clava y no existe posibilidad de quitarla, se generará un proceso inflamatorio agudo que requerirá de cirugía
- Sin piedras: existen procesos crónicos en la vesícula llamados disquinesia vesicular que regularmente se da por trastornos de la motilidad de la vesícula y esto genera dolor crónico, además es de difícil diagnóstico porque no existe la presencia de piedras. Cuando el paciente tiene dolor crónico asociado a grasas en la región abdominal superior derecha se debe sospechar de una disquinesia vesicular
¿Cuáles son las opciones de tratamiento?
El tratamiento de la Colecistitis es siempre quirúrgico, existen dos técnicas para la extracción de la vesícula, una cirugía abierta que consiste en la apertura de la pared abdominal para extraerla o bien la cirugía laparoscópica en la cual se introducen de cuatro puertos de trabajo en la pared abdominal que van de cinco milímetros a un centímetro. Este último tipo de cirugía es muy segura, con rápida recuperación de hasta máximo dos semanas, menos dolor y la posibilidad de complicaciones son menores, además de que la estancia hospitalaria es muy corta.