Virus del Papiloma Humano (VPH): Un virus común con graves consecuencias
El Virus del Papiloma Humano (VPH) es un Virus de Transmisión Sexual (VTS) extremadamente común que afecta a aproximadamente al 50% de los hombres y mujeres sexualmente activos en algún momento de su vida.
Si bien la mayoría de las infecciones por VPH son asintomáticas y desaparecen por sí solas, algunas cepas del virus pueden causar graves problemas de salud, incluyendo verrugas genitales y cáncer, principalmente de cuello uterino, pero también de ano, vagina, vulva, pene y garganta.
El VPH puede afectar diversas partes del cuerpo, incluyendo:
- Cavidad oral: Puede causar verrugas orales o papilomas, generalmente benignos
- Ano: Puede causar verrugas anales, las cuales pueden ser dolorosas y dificultar las relaciones sexuales
- Faringe: Puede causar verrugas en la garganta, las cuales pueden no presentar síntomas o causar ronquera, tos o dificultad para tragar
- Genitales: Puede causar verrugas genitales, las cuales pueden ser planas o elevadas, y generalmente se ubican en la vulva, vagina, pene o ano
¿Cómo se transmite el VPH?
El VPH se transmite principalmente a través del contacto piel con piel durante la actividad sexual vaginal, anal o incluso oral. El virus puede ingresar al cuerpo a través de pequeñas abrasiones en la piel o las mucosas.
Es importante destacar que no se transmite a través de fluidos corporales como la saliva o la orina.
Sintomatología del VPH
La mayoría de las infecciones por VPH no presentan síntomas y desaparecen por sí solas en un plazo de dos años. Sin embargo, en algunos casos, el virus puede causar verrugas genitales, las cuales pueden ser pequeñas, planas o elevadas, y generalmente son de color marrón o gris.
Las verrugas genitales no suelen ser dolorosas, pero pueden ser molestas y contagiosas.
Diagnóstico y tratamiento del VPH
La única forma segura de saber si se está infectado por VPH es a través de una prueba de Papanicolaou o Pap. Esta prueba se recomienda a todas las mujeres sexualmente activas a partir del año de iniciar su vida sexual o a partir de los 25 años.
En caso de que la prueba de Papanicolaou resulte alterada, se pueden realizar estudios adicionales como la Colposcopia y la tipificación viral. En los hombres, el diagnóstico del VPH puede realizarse mediante un cepillado uretral y una penecoscopía.
¿Cómo se trata el VPH?
Si bien no existe cura para el VPH, las verrugas genitales pueden tratarse con diversos métodos, como Crioterapia, ácido acético, imiquimod o cirugía. El tratamiento dependerá del tipo y la cantidad de verrugas, así como de las preferencias del paciente.
¿Cómo se puede prevenir el VPH?
La mejor manera de prevenir el VPH es a través de la vacunación. Actualmente existen dos vacunas contra el VPH: Gardasil y Cervarix, las cuales se recomiendan para niños y niñas de entre 9 y 14 años.
Las vacunas también pueden ser aplicadas a adolescentes y adultos jóvenes que no hayan sido vacunados previamente. Además de la vacunación, el uso de preservativo durante las relaciones sexuales puede ayudar a reducir el riesgo de contagio de VPH.
Viviendo con VPH
El diagnóstico de VPH puede tener un impacto significativo en la vida de las personas infectadas, tanto a nivel físico como emocional. Además de los problemas de salud mencionados anteriormente, las personas con VPH pueden experimentar:
- Bajo rendimiento laboral o escolar
- Ansiedad
- Depresión
- Pérdida de autoestima
- Bajo concepto de sí mismo
- Dificultades en las relaciones con otras personas
- Episodios de violencia
Es importante que las personas con VPH busquen apoyo de un especialista para afrontar las consecuencias de la infección.