Combatiendo la desinformación en la era del COVID-19: Una guía para la información confiable
Las redes sociales, páginas de internet, televisión, revistas, periódicos e incluso las conversaciones de persona a persona se han convertido en vehículos para la difusión de información falsa o inexacta, lo que genera confusión, miedo y, en algunos casos, comportamientos peligrosos.
En el contexto actual de la pandemia por COVID-19, la desinformación se ha convertido en un problema grave que amenaza la salud pública y obstaculiza los esfuerzos para controlar la propagación del virus.
¿Cómo surge la desinformación?
La facilidad con la que se puede crear y compartir contenido en internet ha dado lugar a un torrente de información, no toda ella confiable. Algunos factores que contribuyen a la desinformación incluyen:
- La búsqueda de atención: Algunos individuos o grupos buscan generar controversia o ganar notoriedad publicando información falsa o sensacionalista
- Los sesgos cognitivos: Las personas tienden a buscar información que confirma sus creencias preexistentes y a descartar la que las contradice, lo que las hace más susceptibles a la desinformación
- La falta de alfabetización digital: Muchas personas no tienen las habilidades necesarias para evaluar críticamente la información que encuentran en línea, lo que las hace más vulnerables a la desinformación
¿Cuáles son las consecuencias de la desinformación?
La desinformación sobre el COVID-19 ha tenido un impacto negativo en la salud pública de diversas maneras:
- Erosión de la confianza en las autoridades: La desinformación puede llevar a las personas a desconfiar de las recomendaciones de salud pública y las medidas de control implementadas por los gobiernos
- Adopción de comportamientos riesgosos: Las personas mal informadas pueden adoptar comportamientos que aumentan su riesgo de contraer o propagar el virus, como negarse a usar cubrebocas o a vacunarse
- Agudicación de las divisiones sociales: La desinformación puede exacerbar las tensiones sociales y políticas, ya que las personas con diferentes puntos de vista se ven bombardeadas con información contradictoria
¿Cómo podemos combatir la desinformación?
Es fundamental tomar medidas para combatir la desinformación y garantizar que las personas tengan acceso a información confiable sobre el COVID-19. Algunas acciones que podemos tomar incluyen:
- Ser críticos con la información: No creas todo lo que lees o escuchas. Investiga la fuente de la información y verifica su credibilidad antes de compartirla
- Busca fuentes confiables: Prioriza la información proveniente de organizaciones de salud pública acreditadas, como la Organización Mundial de la Salud (OMS) o los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC)
- Verifica la fecha de publicación: Asegúrate de que la información que estás leyendo esté actualizada. El virus y las recomendaciones para su control pueden cambiar con el tiempo
- No compartas información falsa: Si identificas información falsa, no la compartas. Puedes reportarla a las plataformas donde la encontraste