¿Cómo saber si tengo depresión?
La depresión es un trastorno del humor que se caracteriza por la presencia de tristeza y sentimientos de desesperanza e incompetencia.
Como parte de los síntomas, las personas pueden presentar: pérdida de interés en actividades cotidianas, disminución del apetito, falta de concentración, Insomnio, Hipersomnio y culpa.
Existen varias clasificaciones de los Trastornos Depresivos, las más comunes son:
- Trastorno Depresivo Mayor: se caracteriza por un estado depresivo severo de al menos dos semanas, en donde la persona se siente con un estado de ánimo muy bajo la mayor parte del día
- Trastorno Depresivo Persistente: debe tener una duración de al menos dos años y es menos severa que la depresión mayor
- Trastorno Depresivo no Especificado: aquél que no cumple con las características de los ya mencionados (puede aparecer como parte del Síndrome Premenstrual)
- Fases depresivas de los Trastornos Bipolares Tipo I y Tipo II
¿Qué causa los Trastornos Depresivos?
La depresión es un trastorno biosocial, en donde interactúan:
- Factores biológicos: neurotransmisores, genética, etc.
- Sociales: situaciones de vida que están atravesando las personas
- Psicológicos: Autoestima, resiliencia, etc.
Para identificar si tienes depresión, es importante que prestes atención a tu experiencia interna:
- ¿Cómo te estás sintiendo durante el día? ¿Triste, lloroso, con un estado emocional plano?
- ¿Qué hábitos has cambiado o estás cambiando?
- ¿Tienes mucho sueño, poco sueño, un incremento en tu aislamiento?
- ¿Qué pensamientos evaluativos tienes respecto a ti mismo? ¿Consideras que no vales, que eres un inútil?
¿Quién es más propenso a padecer depresión?
Cualquiera puede desarrollar un Trastorno Depresivo a partir de las circunstancias de vida que esté atravesando; sin embargo, aquellas personas con antecedentes familiares de depresión son más propensas.
El tratamiento ideal de los Trastornos Depresivos consiste en la ingesta de medicamentos para mejorar los síntomas y de un proceso psicoterapéutico para cuestionar aquellas ideas de minusvaloración que tienen los pacientes sobre sí mismos.
El tratamiento basado en la mentalización puede ayudar a trabajar con pensamientos concretos que no son acertados, pero que empeoran los síntomas, como: "no soy suficientemente bueno", "no soy digno de amor", "soy inadecuado/a", etc.