¿Cómo se clasifica la Neuralgia del trigémino? Diagnóstico y tratamiento
La Neuralgia del Trigémino puede clasificarse según su causa en tres tipos:
- Clásica: Un vaso sanguíneo se encuentra comprimiendo a la raíz del nervio
- Idiopática: Cuando no se logra identificar una causa aparente, incluso usando los métodos diagnósticos y aparatos más actuales
- Secundaria: Se demuestra una enfermedad subyacente que pueda afectar la raíz del nervio.
Se han podido identificar más de 40 causas donde destacan diferentes tipos de tumores, infecciones, malformaciones, traumatismos o la esclerosis múltiple.
La Neuralgia del Trigémino clásica y la idiopática entran en la categoría de neuralgia del trigémino primaria y anteriormente eran conocidas como típica o atípica, respectivamente. Otra clasificación de la neuralgia del trigémino se basa en la presentación del dolor, que puede ser de dos tipos: puramente paroxística y paroxística con dolor continuo persistente.
El término paroxístico se refiere a que los síntomas pueden aparecer y desaparecer de forma abrupta e imprevista. El diagnóstico de la Neuralgia del Trigémino clásica debe comprender mínimo tres crisis de dolor con las siguientes características:
- Aparecer en un solo lado de la cara y únicamente sobre la distribución de una o más ramas del nervio trigémino
- Dolor con al menos tres de las siguientes características:
- (A) Intensidad severa
- (B) el dolor aparece y desaparece súbitamente durando desde una fracción de segundo hasta no más de dos minutos
- (C) sensación similar a una descarga eléctrica o a un objeto afilado
- (D) el dolor puede ser provocado por estímulos inofensivos tales como: hablar, masticar, tocarse la cara o incluso el viento.
Para un diagnóstico certero de la neuralgia del trigémino, se debe descartar otros padecimientos que incluyen: esclerosis múltiple, herpes zóster, problemas dentales o temporomandibulares, migrañas, cefaleas, neuralgia occipital o glosofaríngea, entre otros.
Generalmente se requiere de una resonancia magnética para complementar el escrutinio clínico de la enfermedad, esta debe incluir varias secuencias útiles para apoyar y diferenciar el diagnóstico de los tres tipos de neuralgia del trigémino, ayudar a descartar otras enfermedades, así como explorar opciones de tratamiento
Tratamiento a seguir
Existen terapias farmacológicas para manejar el dolor de la neuralgia, así como intervenciones quirúrgicas, las cuales están dirigidas principalmente a pacientes que no responden o no toleran adecuadamente a los medicamentos. Los fármacos de primera elección incluyen a la carbamezepina y la oxcarbamazepina de efecto anticonvulsivo, antiepiléptico y antineurítico que disminuyen la descarga dolorosa provocada en el nervio.
Los fármacos de segunda línea comprenden: lamotrigina, gabapentina, pregabalina, baclofeno, lidocaína y toxina botulínica tipo A, ya sea solos o como terapia complementaria. En algunos casos es necesario suministrar analgésicos narcóticos, antidepresivos y ansiolíticos.
Todos los medicamentos mencionados pueden causar efectos secundarios adversos, por ello es importante que sean recetados y vigilados por un médico experto en el control de este tipo de dolor, el cuál evaluará cada caso en particular con la finalidad de determinar los medicamentos adecuados y su dosis. Los fármacos suelen ser efectivos inicialmente, sin embargo, el cuerpo puede generar tolerancia a largo plazo y aunado a la naturaleza progresiva de la enfermedad, estos pueden dejar de surtir efecto en aliviar el dolor orillando al paciente a tomar la opción quirúrgica.