CDMX en Semáforo Naranja: Un paso cauteloso hacia la nueva normalidad
La Ciudad de México dio un paso significativo en su lucha contra el COVID-19 al transitar al semáforo naranja.
Este cambio representó una luz de esperanza para la reactivación económica, pero también implicó una serie de medidas cautelares para evitar nuevos rebrotes. En este artículo, analizaremos a fondo cómo se llevó a cabo esta transición, qué actividades se reactivaron y cuáles fueron las recomendaciones de las autoridades sanitarias.
La decisión de cambiar al semáforo naranja
La decisión de la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, de cambiar al semáforo naranja fue el resultado de una evaluación exhaustiva de los indicadores epidemiológicos. A pesar de que los contagios y hospitalizaciones no habían disminuido significativamente, las autoridades consideraron que las medidas implementadas hasta ese momento habían sido efectivas para controlar la pandemia.
Un calendario de reapertura gradual
Para garantizar una transición segura y ordenada, las autoridades de la CDMX establecieron un calendario detallado de reapertura de actividades económicas y sociales. A partir del 15 de junio del 2021, se permitieron:
- Reactivación del transporte público: se reabrieron gradualmente estaciones del Metro y Metrobús, facilitando la movilidad de los ciudadanos
- Retorno de la industria manufacturera: se autorizó el reinicio de operaciones de las empresas manufactureras, cumpliendo con estrictos protocolos sanitarios
- Apertura de comercios locales: se permitió la reapertura de comercios de menos de cinco empleados, así como de servicios profesionales y técnicos
- Reactivación de mercados y tianguis: los tradicionales mercados y tianguis volvieron a operar, siguiendo las medidas de higiene y sana distancia
- Reapertura del Centro Histórico: uno de los principales atractivos turísticos de la ciudad volvió a abrir sus puertas, aunque con restricciones de aforo
- Reinicio de actividades religiosas: los servicios religiosos se permitieron con un aforo limitado del 50%
Medidas sanitarias indispensables
A lo largo de todo este proceso, las autoridades insistieron en la importancia de mantener las medidas sanitarias. El uso obligatorio del cubrebocas, la sana distancia y el cuidado de las personas vulnerables fueron fundamentales para evitar nuevos brotes.
Desafíos y expectativas
La transición al semáforo naranja representó un gran desafío para la Ciudad de México. Por un lado, se buscaba reactivar la economía y mejorar la calidad de vida de los ciudadanos. Por otro lado, era necesario garantizar la seguridad sanitaria y evitar un nuevo repunte de casos.
La experiencia de la Ciudad de México durante la transición al semáforo naranja puede servir como referencia para otras ciudades que enfrentan situaciones similares. La combinación de medidas restrictivas con una reapertura gradual permitió avanzar hacia una nueva normalidad, aunque los desafíos continúan presentes.