Comprendiendo el duelo infantil
La tanatología infantil abarca los mismos principios que la tanatología general, una disciplina dedicada a encontrar significado en el proceso de la muerte. Sirve como un estudio científico que ayuda a entender la muerte, facilitando a quienes la experimentan y a quienes la dejan ir superar los desafíos.
El duelo en los niños es un proceso distinto, considerándolo no solo como la pérdida de la vida, sino también como un sentido más amplio de pérdida. Comprender la edad del niño, la proximidad al fallecido y las circunstancias de la relación son cruciales.
Diferenciar entre las etapas de la primera y segunda infancia, considerando las edades desde el nacimiento hasta los 6 años, y de 6 a 17 años, es esencial.
Los adolescentes, aunque más cercanos a los adultos en su proceso de duelo, requieren un enfoque adaptado debido a las diferencias emocionales y de desarrollo.
La importancia de la verdad en el duelo
Hablar de la muerte con los niños debe hacerse con la máxima honestidad. Incluso a una edad temprana, los niños comienzan a formar un sentido de la muerte y la separación.
La información engañosa o las verdades retrasadas pueden llevar a procesos de duelo dobles, lo que podría causar confusión y angustia emocional.
Técnicas de afrontamiento para diferentes edades
Los niños de 0 a 3 años se encuentran en las primeras etapas de la autoconciencia y la conciencia de la realidad, lo que dificulta que comprendan completamente la muerte.
Para aquellos de 3 a 6 años, las historias y técnicas apropiadas para su edad se convierten en herramientas efectivas para ayudarles a procesar el duelo.
A medida que los niños maduran, entre los 6 y los 17 años, se pueden aplicar enfoques terapéuticos más avanzados, que involucren tanto la Psicología como la Tanatología.
Abordando las necesidades emocionales
Los niños a menudo interpretan la muerte a través de su lente emocional, y su duelo puede estar cargado de sentimientos de rechazo o autoacusación.
Es crucial guiarlos lejos de estas ideas erróneas, asegurándoles que la pérdida no es resultado de sus acciones.
La intervención profesional, dirigida por un tanatólogo pediatra o un Psicólogo Infantil con experiencia en Tanatología, puede brindar el apoyo emocional necesario.
Elección del especialista adecuado
Al buscar ayuda para un niño en duelo, dos especialistas principales emergen. Un Tanatólogo Infantil posee habilidades y formación únicas diseñadas para niños menores de tres años y hasta la adolescencia.
Alternativamente, un psicólogo infantil con experiencia en tanatología puede ofrecer enfoques psicoterapéuticos especializados para niños entre 3 y 17 años, abordando tanto aspectos emocionales como cognitivos.