Conjuntivitis: ¿cómo se manifiesta?
La conjuntivitis son afecciones oculares potencialmente contagiosas hasta no demostrar cual es la causa y no todas son contagiosas.
Síntomas
Uno de los síntomas de la conjuntivitis es la inflamación, lo cual equivale a ojo rojo, debido a que la conjuntiva tiende a “defenderse” de alguna agresión al congestionarse de vasos sanguíneos. Esto le da a la conjuntiva el aspecto enrojecido.
La palabra conjuntivitis, en general, lo único que denota es una inflamación de la conjuntiva, un envoltorio transparente que recubre los ojos. La conjuntiva está llena de vasos sanguíneos que nutren al ojo y está encima de la esclerótica, lo que le da el aspecto blanco.
Los agentes infecciosos, y más del tipo viral, son los enemigos principales que ocasionan esta enfermedad, pero no son los únicos. Un golpe o el rascado frecuente de los ojos provoca una conjuntivitis mecánica. Cuando algo cae en el ojo o el simple maquillaje también son factores que originan una conjuntivitis química. Los pacientes con antecedentes atópicos pueden padecer también conjuntivitis alérgicas. Existe un sinnúmero de causas que pueden ocasionar una conjuntivitis.
Otras manifestaciones
En algunas ocasiones, además del ojo enrojecido, la conjuntivitis también se acompaña de secreción amarillenta, blanquecina o solamente lagrimeo en exceso. Y ahí es cuando los oftalmólogos además con una serie de preguntas de antecedentes, pueden determinar la causa más probable y brindar tratamiento según el origen.
Recomendaciones
Una de las recomendaciones es nunca tocar los ojos, pues, por lo general, las manos están sucias. Por ejemplo, si una persona estuvo en contacto con alguien que está enfermo, puede ser que el agente infeccioso esté alrededor, si lo toca, y luego toca sus ojos, se está inoculando a sí mismo.
Otra recomendación, ante cualquier cambio en la coloración o presencia de secreción de los ojos, acompañado de alguna sensación anormal, se debe acudir inmediatamente al oftalmólogo. La conjuntivitis, por lo general, está dentro de los padecimientos benignos, pero hay unos cuantos casos que pueden representar emergencias médicas, las cuales ponen en riesgo la función o incluso la vida del paciente. Y la última recomendación es acudir con especialistas certificados pues la salud no tiene precio, ¡no se debe arriesgar!