Control Prenatal: el paso a paso de tu embarazo
El embarazo es una de las experiencias más importantes en la mujer por ello la inquietud de día con día conocer el estado del bebé y es posible a través del control prenatal, pero ¿Cuándo y cómo hacerlo? ¡Aquí te lo contamos!
¿Qué es y cuál es su fin?
El control prenatal son aquellas consultas que se dan entre la paciente y el especialista en Ginecología y Obstetricia antes, durante y después del embarazo con la finalidad de prevenir enfermedades o bien detectarlas a tiempo y no lleguen a complicar el embarazo o el parto.
¿Cómo se realiza?
Las consultas se realizan regularmente cada mes, cuando se acerca el nacimiento se hacen cada dos semanas hasta llegar a hacerlo cada semana con el fin de monitorear las contracciones que suelan presentarse. Se llevan a cabo desde la primera semana previo a la prueba positiva de embarazo y se realizará un interrogatorio para generar un historial clínico donde se pueda detectar los primero factores de riesgo o el padecimiento de enfermedades en la mama que pudieran afectar el desarrollo del bebé.
Todas las consultas van acompañadas de un ultrasonido con equipo de alta resolución con la finalidad de visualizar la posición del bebé y de un Doppler de arterias uterinas y si es necesario se miden los vasos sanguíneos para corroborar que este sano. A partir de la semana 6 es posible observar el saco gestacional y escuchar la frecuencia cardiaca, así como los movimientos del bebe dentro del saco, además de localizar posibles miomas o tumores ováricos.
Durante la semana 11 a la 13 que es aproximadamente el tercer mes de gestación se deberá realiza un ultrasonido estructural uno de los más importantes ya que a través de el se puede detectar malformaciones congénitas como síndrome de down, preclamsia y parto prematuro, además que es posible conocer el sexo del bebé.
En la semana 20 se realiza un segundo ultrasonido estructural para analizar la anatomía del bebe y localizar malformaciones que pueden ser corregidas con Cirugía Fetal, mientras que a partir de la semana 34 se comienza un monitoreo fetal para detectar a tiempo contracciones uterinas o complicaciones con el bebé.
Acercándose a las ultimas semanas el chequeo es más frecuente con la finalidad de estar atentos cuando se inicie con labor de parto, además de preparar a la futura mama para el nacimiento, es decir, darle conocer en que consiste el parto, los posibles riesgos de la intervención, ejercicios de relajación y formas de pujar, entre otras, incluso darles el primer acercamiento a los cambios posteriores al nacimiento.