Crisis convulsivas, ¿cómo puedo identificarlas?
Las crisis convulsivas pueden ser provocadas y no provocadas, lo cual sólo puede identificar un especialista para brindar el tratamiento adecuado. Es importante saber actuar ante los primeros síntomas de una de estas crisis para otorgar la atención oportuna.
¿Qué es una crisis convulsiva?
Es la manifestación de una descarga anormal y excesiva de un grupo de neuronas del cerebro, por lo general son episodios breves y autolimitados. Dependiendo del área cerebral afectada, tiene manifestaciones diversas que pueden presentarse con o sin pérdida del estado de alerta. Se dividen en focales que empiezan en un área del cerebro afectando una parte del cuerpo y generalizadas que comprometen todo el cerebro, afectando al resto del cuerpo.
Identificando una crisis convulsiva
Es de suma importancia tener presentes los síntomas de una crisis convulsiva, los cuales son:
- Desvanecimiento breve
- Cambios en el comportamiento
- Espuma en la boca
- Movimientos repentinos de los ojos
- Gruñidos
- Pérdida del control de esfínteres urinarios y fecales
- Cambios en el estado de ánimo (enojo, miedo, pánico, alegría o risa inexplicables)
- Estremecimiento de todo el cuerpo
- Caída repentina
- Sabor amargo o metálico
- Rechinido en los dientes
- Espasmos musculares
Ante la presencia de cualquiera de estos síntomas es necesario acudir de inmediato al hospital más cercano para que un especialista pueda atender esta crisis y evitar posibles secuelas en el paciente.
Posibles causas de una crisis convulsiva
Hay muchas causas que provocan una crisis convulsiva, para su estudio y abordaje médico se dividen en:
- Provocadas. Son por una baja de azúcar o sodio en la sangre, una infección en el cerebro, golpes en la cabeza, un tumor cerebral, intoxicación o sobredosis de medicamentos o bien por cualquier factor que conlleve a la falta súbita de oxígeno en el cerebro (como un ahogamiento, por ejemplo). En los niños menores de cinco años la fiebre puede desencadenar crisis convulsivas febriles
- No provocadas. Pueden ser el inicio de una epilepsia que es la enfermedad con crisis convulsivas que tiene riesgo de recurrir imprevisiblemente. En algunos casos la causa nunca se llega a averiguar
Los riesgos, si no se controlan a tiempo las crisis convulsivas, son múltiples: lesiones después de caídas, golpes, fracturas, aspiración de alimentos causando neumonía, daño neurológico secundario, además de incrementar el riesgo de problemas de aprendizaje, conducta y mentales (depresión, ansiedad), alteración de la vigilia del sueño e incluso muerte súbita e inesperada en la epilepsia SUDEP (Sudden Unexpected Death in Epilepsy, por sus siglas en inglés).
El tratamiento a seguir está enfocado en mejorar la calidad de vida del paciente y prevenir futuras complicaciones. Lo primero es identificar las causas que lo están originando y tratarlas. La mayor parte de los pacientes son controlados con medicamentos específicos.