¿Cuáles son los riesgos de un Trasplante de Hígado?
El Trasplante de Hígado es uno de los procedimientos quirúrgicos más complejos que hay en el mundo de la medicina. Consiste en extraer el hígado dañado de un paciente e implantarle el de otra persona que lo haya donado.
Hay diferentes patologías que pueden requerir de un Trasplante de Hígado como son: Cirrosis de diferente etiología, enfermedades metabólicas, enfermedades autoinmunes, tumores y Hepatitis fulminante. Cada una de estas enfermedades tiene sus criterios bien definidos para saber si una persona es candidata o no para recibir un Trasplante.
Los riesgos y complicaciones del Trasplante Hepático pueden ser:
- Sangrado
- Infecciones
- Complicaciones vasculares
- Complicaciones biliares
- Rechazo del órgano
- Muerte (en un porcentaje cada vez menor)
¿Cómo se evalúa la compatibilidad entre el donante y el receptor?
Para trasplantar un hígado se realiza un estudio de compatibilidad sanguínea entre donador y receptor. El paciente que va a recibir el órgano debe someterse a un protocolo que incluye estudios de laboratorio e imagen y la valoración de diversos especialistas que han validado la cirugía.
Después de un Trasplante Hepático, el paciente ingresa a la Unidad de Cuidados Intensivos donde permanece de uno a siete días; posteriormente, se traslada a sala general en donde permanece de uno a 10 días más (el tiempo puede variar dependiendo de su evolución). Una vez que egresa del hospital, se le receta tratamiento farmacológico y una dieta a seguir durante tres meses.
Tras haberse sometido a dicho procedimiento, el 75% de los pacientes logra prolongar su esperanza de vida más de cinco años; un porcentaje un poco mayor al 50% supera los 10 años.
Una persona especialista en Trasplantes es la más indicada para llevar a cabo un Trasplante de Hígado.