¿Cuándo realizar una Prueba de Función Pulmonar?
Todas las enfermedades pulmonares requieren alguna prueba en algún momento de su evolución; las más comunes son: Espirometría, Difusión de Monóxido de Carbono y Prueba de Reto Bronquial con Ejercicio.
¿Qué son las Pruebas de Función Pulmonar?
Son estudios diagnósticos dirigidos a evaluar la función pulmonar a diversos niveles, con el fin de dar conclusiones definitivas y contundentes con respecto a una enfermedad pulmonar en específico.
Tipos de Pruebas de Función Pulmonar
Las más comunes son:
- Espirometría: mide el calibre de los bronquios y la capacidad pulmonar
- Difusión de monóxido de carbono: mide la capacidad del pulmón de captar el oxígeno y entregarlo a la sangre
- Poligrafía respiratoria simplificada: mide la función pulmonar durante el sueño y se encarga de diagnosticar el síndrome de apnea del sueño
- Caminata de 6 minutos: mide la capacidad de un paciente de hacer esfuerzo físico
- Prueba de desaturación: determina si un paciente desoxigena al hacer esfuerzo físico
- Prueba de reto bronquial con ejercicio: está dirigida para diagnosticar asma y busca desencadenar síntomas de esta enfermedad al realizar ejercicio
¿En qué casos se recomienda realizarse una de ellas?
Virtualmente todas las enfermedades pulmonares ameritan alguna prueba de función pulmonar en algún momento de su evolución.
¿Cómo se realizan las pruebas de función pulmonar?
Se realizan en un laboratorio de función pulmonar o en el consultorio de un profesional de la salud entrenado (neumólogos y técnicos respiratorios). Es imperativo que, la persona que realice el estudio esté capacitada en su aplicación, de otra manera, el examen no será de utilidad.
¿Cómo debe prepararse el paciente y qué esperar de los resultados?
El personal del laboratorio le especificará que medidas previas debe realizar de acuerdo al estudio que solicite. Asimismo, un médico especialista se encargará de interpretar sus pruebas y darle un reporte.