Cuidados de un bebé recién nacido
Existen otras enfermedades transmisibles más comunes como la gripe, bronquiolitis y otros padecimientos gastrointestinales que, desafortunadamente, no se pueden prevenir.
Dr. Sergio Díaz Madero
Una nueva mamá debe informarse no sólo sobre la ropa del recién nacido, también es importante que conozca sobre las enfermedades más comunes en bebés. Esto con el fin de prevenirlas a tiempo y acudir al pediatra para una mejor atención.
En general, las enfermedades de mayor riesgo en niños menores a los 6 meses, pueden prevenirse con vacunas para recién nacidos. Actualmente, las vacunas evitan casos de meningitis, diarrea por rotavirus, neumonías, tos ferina, entre otras.
Sin embargo, existen otros padecimientos transmisibles más comunes como la gripe, bronquiolitis y gastrointestinales que, desafortunadamente, no se pueden prevenir.
En los primeros 4 meses de vida las enfermedades más frecuentes son los trastornos gastrointestinales. Generalmente, estos se resuelven espontáneamente como cólicos, reflujo gastroesofágico, diarrea y dificultades para ir al baño o para mantener una buena relación con los alimentos.
Señales de alarma en el cuidado del recién nacido
Para saber si una enfermedad en un bebé recién nacido es grave o no, es importante analizar los síntomas, los cuales, obviamente dependerán del padecimiento. Por ejemplo, la respiración y la alimentación son factores importantes de observación: si el bebé está respirando tranquilo o no; o si está comiendo bien o no, etc.
Por ejemplo, una mamá debe comenzar a preocuparse si en un bebé de 3 meses la respiración es muy rápida o si las costillas se hunden en el pecho.
Para ello, la fiebre siempre es una señal de alerta y, en enfermedades gastrointestinales como la diarrea; el vómito intenso, la dificultad para mantener una buena hidratación en la boca, así como la piel seca en la fontanela o la mollera, son síntomas de que el bebé ya se está poniendo un poquito más grave.
Fiebre en el recién nacido
Para algunas personas la fiebre no se considera, por sí sola, una señal de alarma o de gravedad. Otras, creen que cuando el bebé tiene fiebre durante mucho tiempo puede desarrollar meningitis, sin embargo, esto no es así. Otro dato importante es que un porcentaje muy pequeño de los niños con fiebre, sobre todo mayores de 6 meses y hasta los 6 años, pueden presentar convulsiones durante el episodio febril. Por ello, es importante mantener la temperatura corporal por debajo de 38 grados. Ante un cuadro febril, se recomienda meter a bañar al niño durante 30 a 40 minutos en agua tibia y, si es necesario, se pueden usar medicamentos antipiréticos. Todo, con base en las recomendaciones del médico especialista.