Dale una oportunidad a la rinoplastía
La rinoplastía es la cirugía de la nariz para corregir tanto defectos funcionales como estéticos, que siempre van de la mano, ya que una nariz que no es estética tampoco es funcional. ¿Quieres saber más?
La rinoplastía es una cirugía que, dependiendo de cada paciente, requiere de cicatrices por dentro de la nariz o en ocasiones por afuera en la base para corregir las estructuras, pero esto varía según el paciente, ya que se puede corregir la punta de la nariz, el tabique, el dorso o todas las estructuras. Es recomendable previo a la realización de cualquier cirugía de nariz el tener un estudio radiográfico, de preferencia una tomografía computada para determinar las condiciones internas de la nariz.
Todo aquel paciente mayor de 16 años que tiene una limitación funcional para respirar de forma adecuada o que tiene insatisfacción con la forma de su nariz porque la tenga con “joroba”, “chueca” o “chata”, son candidatos a esta cirugía. De preferencia se debe de operar después de los 16 años, ya que es la edad en la mayoría de los casos ya terminó el crecimiento: antes de ese tiempo una cirugía nasal podría alterar el desarrollo.
Cuidados y Tratamientos Posteriores a la Rinoplastía
Dependiendo del tipo de cirugía nasal que se realice el paciente puede o no tener unos días unos tapones o férulas nasales tanto por dentro como por fuera de la nariz, que se retiran en la consulta en el tiempo que el cirujano considere pertinente y posteriormente se requieren algunos aseos de la nariz para evitar que se formen cicatrices por dentro, así como reposo por un tiempo y evitar “sonarse” para tener un resultado satisfactorio.
Se debe ser cuidadoso después de la cirugía, ya que la rinoplastia puede presentar algunos riesgos, como:
- Sangrado
- Reacción a la anestesia
- Nariz con aspecto asimétrico
- Infección focalizada
- Entumecimiento por mucho tiempo dentro de la nariz o alrededor
- Dolor, manchas o hinchazón
- Dificultad para respirar
- Cicatrices visibles
- Perforación del tabique nasal
Se deben evitar algunos fármacos que puedan alterar la coagulación para evitar sangrados y sólo usar los analgésicos que el médico prescriba. No está por demás evitar también lavados si no están indicados o el uso de remedios caseros o herbolarios. También se debe evitar fumar tanto cigarros convencionales como eléctricos de vapor, ya que se puede ser más propenso a sufrir una infección. Por último, es normal que haya hinchazón y puede ser que pasen varios meses para que esta ceda por completo; se recomienda un periodo de descanso de una semana y de dos a cuatro para realizar actividades con completa normalidad.