Degeneración Macular: enfermedad lenta y progresiva
La Degeneración Macular es una enfermedad que generalmente ataca a personas por arriba de los 80 años. Causa una degeneración lenta y progresiva en la parte central de la retina y en sus etapas iniciales se caracteriza por la aparición de puntos amarillentos, o drusas, en el fondo de ojo.
Dr. García Aguirre
La degeneración macular relacionada a la edad es una enfermedad que afecta la mácula, que es la porción central de la retina encargada de la visión más fina (la que ocupamos para leer de libros o dispositivos electrónicos, ver detalles pequeños, reconocer rasgos finos de la cara, etc). Esta enfermedad causa una degeneración lenta y progresiva de la retina de esta zona. En sus etapas iniciales se caracteriza por la aparición de unos pequeños puntos amarillentos en la mácula llamados drusas, aunque el paciente no suele presentar ningún síntoma (a esta etapa se le llama degeneración macular seca). En etapas avanzadas causa visión distorsionada de los objetos y disminución importante de la visión central (esto puede ser debido a una etapa que se conoce como degeneración macular húmeda o a otra etapa conocida como atrofia geográfica)
En etapas iniciales el paciente no presenta ningún síntoma. En etapas más avanzadas el paciente puede presentar visión distorsionada de las cosas, presencia de una mancha en la visión central, y en general incapacidad para realizar actividades cotidianas como leer, usar el teléfono móvil o usar la computadora.
Pacientes de la tercera edad con mayor susceptibilidad
Este padecimiento es más frecuente mientras mayor es la edad del paciente. Antes de los 55 años es extremadamente raro que se presente, y por arriba de los 80 años el 58% de los pacientes tienen algún grado de degeneración macular. Entre otros factores de riesgo se encuentra el ser de tez blanca, tener el ojo color claro, y, muy significativamente, el consumo de tabaco.
Tratamiento para la lesión macular
Si el paciente tiene las fases iniciales de la enfermedad, se recomienda cesar el uso de tabaco y acudir a revisión oftalmológica 1 o 2 veces al año. En fases un poco más avanzadas se recomienda utilizar suplementos alimenticios con antioxidantes, que se ha demostrado, retrasan el avance de la enfermedad.
Para pacientes con degeneración macular húmeda, el tratamiento consiste en inyectar dentro del ojo sustancias que frenan el avance de la enfermedad e incluso pueden recuperar la visión que se haya perdido. Cabe mencionar que el pronóstico visual es mejor mientras más pronto se reciba el tratamiento.
El diagnóstico oportuno es la clave
Esta enfermedad aún no tiene una cura como tal. Sin embargo, con los medicamentos mencionados anteriormente, se ha conseguido que miles de pacientes con degeneración macular húmeda conserven una visión útil que les permite leer, usar el teléfono móvil, manejar un auto, usar una computadora, y en general hacer las actividades de una vida prácticamente normal.