Degeneración Macular: Los 60 años un factor de riesgo
La degeneración macular es la segunda causa de perdida de la visión en México siendo los más afectados adultos mayores y fumadores estos últimos aumentado al doble la posibilidad de desarrollarla.
¿Qué es?
La degeneración macular es un patología o enfermedad que afecta una parte de la retina llamada macula ocasionado la pedida de la visión central y está relacionada con la edad afectando a personas mayores de 60 años.
Existen dos tipos de degeneración macular: la degeneración macular húmeda la más leve que puede ser tratada con láser e inyección y hay mas posibilidad de que se responda mejor a los resultados, por otro lado, está la degeneración macular seca que es la de peor pronostico ya que a diferencia de la húmeda no responde a los tratamientos disminuyendo las opciones a suplementos alimenticios únicamente.
Causas y síntomas
Las causas de esta enfermedad aún no están definidas, sin embargo, se tiene conocimiento de los factores de riesgo que la desarrollan entre ellos se encuentra la mala alimentación relacionada con la falta de vitaminas y aceites esenciales para la macula, tabaquismo, herencia familiar y como ya mencionábamos la edad.
Esta enfermedad es posible detectarla debido a que el paciente acude al medico refiriendo ver imágenes distorsionadas, las líneas no se muestra rectas, colores no nítidos, desteñido o pálidos y en algunos casos adicional presenta perdida de la visión central en donde se pueden ver los rasgos laterales de una cosa o imagen, pero el centro no, algo que más tarde repercutirá en la lectura.
Diagnóstico y prevención
El diagnostico lo realiza un especialista en oftalmología el cual a través de fluroangiografía y tomografías de coherencia óptica podrán determinar el grado de daño para prescribir e tratamiento adecuado, además que después permitirán ver como va evolucionando el mismo.
Para prevenir la degeneración macular se puede comenzar con eliminar los factores de riesgo como el tabaquismo, la exposición al son sin protección, además de añadir una dieta alta en vitaminas como betacaroteno, Omega 2 y 3, luteína, entre otros o reemplazarlas con suplemento alimenticios que contiene la cantidad necesaria diaria y avalado por FDA.