Depresión y Ansiedad: una relación peligrosa
Durante los últimos años la Ansiedad y la depresión han ido en aumento hasta un 75% y se estima que para los próximos años ya sea reconocida como una causa de discapacidad
¿En que se diferencian?
La Depresión y la Ansiedad son considerados como Problemas de Salud Mental Crónicos cuando no son tratados a tiempo por un especialista en Psicología, además de que se estima que al menos se pierden 8 años de calidad de vida.
La Depresión es un trastorno caracterizado por la presencia de tristeza, decepción, Falta de Autoestima, Pedida de Interés o Apetito, Trastornos del Sueño, entre otro que dificultan la vida cotidiana de quien la padece. Es considerada a tercera causa de Morbilidad y la primera causa de incapacidad, además de presentarse con más frecuencia en mujeres que hombres.
Mientras tanto la Ansiedad es un padecimiento que al igual que la depresión se presenta con más frecuencia en mujeres que un hombre y suele desarrollarse entre los 20 y 40 años de edad. Tiene síntomas similares a lo de la depresión como perdida de interés, baja autoestima, trastornos del sueño acompañados de síntomas de inseguridad, miedo, preocupación constante y Angustia, etcétera.
Además de estos síntomas la Ansiedad y la Depresión también puede ser detectada a través de síntomas como Dolor de Cabeza frecuente, Diarrea, Mareo, Respiración Agitada, Tensión Muscular, ganas de orinar frecuente, entre otros.
Problemas y complicaciones
A pesar de ser padecimientos diferentes por sus causas y síntomas es posible que una misma persona presente ambas enfermedades que la Organización Mundial de la Salud (OMS) lo ha denominado como el Trastorno Mixto Ansioso-Depresivo, aún más crónico que las enfermedades por separado y que requiere de una atención inmediata.
No se diagnostica a pacientes con este trastorno si han tenido un historial previo de Depresión o Ansiedad mayor. Se puede manifestar por reacciones y síntomas de Ansiedad, Depresión o la combinación de ambas junto a conductas violentas como ira, preocupación o violencia. En el caso de los niños y adultos mayores es más complicado identificar este trastorno.