Dermatitis Atópica en Niños: ¿cómo tratarla?
El control de la Dermatitis Atópica en la infancia es esencial para minimizar los brotes y promover una piel saludable.
La Dermatitis Atópica, una condición crónica e inflamatoria de la piel, perdura a lo largo de los años, especialmente en la infancia. Aunque su causa exacta no se ha determinado, la genética y factores ambientales desempeñan un papel importante. La predisposición genética puede ser heredada, y las alergias al polen o el Asma en la familia pueden ser indicativos.
La Dermatitis Atópica suele presentarse en brotes, estos episodios inflamatorios pueden ser desencadenados por factores ambientales. Los colorantes y fragancias presentes en productos como jabones y ropa, así como las Infecciones Virales o Bacterianas, los cambios climáticos y la sudoración excesiva, pueden provocar estos brotes.
La Dermatitis Atópica afecta hasta un 30% de los niños y es una de las Enfermedades Dermatológicas más comunes. Aunque los brotes pueden persistir durante la infancia, la mayoría de los niños experimenta una mejora significativa hacia la pubertad o más adelante. Alrededor del 95% de los niños ven una mejora en la calidad de su piel y una disminución en la frecuencia de los brotes.
Manejo de la Dermatitis Atópica
En casos de Dermatitis Atópica leve o moderada, no se requieren restricciones alimentarias. Sin embargo, si hay sospecha de Alergia Alimentaria, especialmente en casos con síntomas respiratorios o gastrointestinales, es fundamental consultar con un Pediatra o Dermatólogo para determinar la necesidad de pruebas alérgicas y posibles restricciones dietéticas.
El control de la Dermatitis Atópica en la infancia es esencial para minimizar los brotes y promover una piel saludable. Los desencadenantes ambientales, como los colorantes y las fragancias en los productos, deben ser evitados. Los cambios climáticos extremos también pueden exacerbar los brotes, por lo que es importante proteger la piel de la resequedad.
En pacientes con Dermatitis Atópica Severa, puede haber necesidad de restricciones dietéticas, particularmente si hay sospechas de Alergias Alimentarias. La colaboración con un Alergólogo Pediatra puede ayudar a identificar Alergias y establecer un enfoque dietético adecuado para estos casos.
Tipos de Brotes
Los brotes de Dermatitis Atópica pueden clasificarse en agudos, subagudos o crónicos según su duración. Las lesiones agudas se manifiestan con inflamación, enrojecimiento y costras, mientras que las crónicas, más prolongadas, pueden resultar en piel más gruesa y oscura, así como infecciones secundarias por el rascado constante.
Cuando se produce un brote no es una señal de que la afección se esté propagando, más bien, la piel ya afectada se inflama más. En algunos casos, las bacterias de la piel pueden sobreinfectar las lesiones por el rascado constante. Tratar estos brotes suele requerir antiinflamatorios y, si es necesario, antibióticos.
La Dermatitis Atópica no es contagiosa, no se propaga por contacto, sino que resulta de factores genéticos y ambientales. La falta de hidratación adecuada y las infecciones secundarias pueden agravarla, pero no se transmite a otros a través del contacto físico.