Derrame pleural: tratamiento eficaz (Parte 2)
El que se cure o no un derrame pleural depende completamente de la causa, sin embargo en la gran mayoría de los casos, cuando recibe el tratamiento adecuado, sí es curable. También depende mucho del tiempo que tarda en diagnosticarse y en el que comienza a atenderse.
Objetivo del tratamiento
El tratamiento para el derrame pleural está directamente relacionado con la causa del derrame.
El primer objetivo es extraer el líquido (toracocentesis) de la cavidad para mejorar la fisiología respiratoria y la desaparición de los síntomas, seguido del diagnóstico a través de las pruebas mencionadas en la primera parte de este artículo. Estos procedimientos deben de ser ejecutados por cirujanos torácicos.
En el caso de insuficiencia cardíaca congestiva, la piedra angular consiste en mejorar la función cardíaca a través de varios medicamentos disponibles en el mercado optimizando la contracción del corazón, y al mismo tiempo reducir los líquidos corporales con diuréticos (tabletas que aumentan la producción de orina).
Si la causa es por inflamación (infección), los antibióticos son parte esencial del manejo, así como asegurar el adecuado drenaje de la cavidad. Muchas veces no es suficiente únicamente con puncionarla, sino que requerirá de la colocación de un drenaje o sonda la cual se aloja en la cavidad, si esto no es exitoso y se producen acúmulos de líquido infectado en la cavidad que no se logra drenar con una sonda, se sugiere realizar una cirugía de mínima invasión (toracoscopica) para limpiar la cavidad y permitir la adecuada re-expansión pulmonar.
Tratamiento en casos de cáncer
Cuando se tratan de derrames malignos (por cáncer), lo principal es lograr el drenaje de la cavidad y la expansión pulmonar. Sin embargo en estos pacientes es usual que el drenaje sea abundante, de tal forma que contraindicaría el retiro de la sonda.
Por tal motivo, se sugiere un procedimiento denominado pleurodesis, el cual consiste en instilar en la cavidad torácica sustancias que producen irritación de la superficie pulmonar y de la pared torácica, seguido de adhesión y cicatrización del pulmón a la pared y evitando la producción excesiva del líquido.
En otras ocasiones, cuando el pulmón no se re-expande después del drenaje (conocido como pulmón atrapado), común en cáncer, se sugiere la utilización de un catéter tunelizado de permanencia crónica, el cual se coloca de una forma mínimamente invasiva en la sala de operaciones.
Tiene cura o no
La cura depende completamente de la causa, sin embargo en la gran mayoría de los casos, cuando recibe el tratamiento adecuado, sí es curable. También depende mucho del tiempo que tarda en diagnosticarse y en el que comienza a atenderse.
En sí, el líquido pleural en la cavidad como tal no es mortal, sin embargo pueden existir complicaciones raras que de no ser adecuadamente identificadas, pueden producir la muerte cuando al drenar el líquido pleural de la cavidad, éste se produzca de una forma tan rápida que cause daño al tejido pulmonar conocido como edema agudo de pulmón, requiriendo que el paciente sea atendido de forma urgente o su vida estará en peligro.
Otra causa podría ser el tardar mucho en atender el derrame maligno, lo cual va aumentando la dificultad respiratoria a niveles fatales. Finalmente, al realizar la toracocentesis para drenar y muestrear el líquido, puede existir punción inadvertida del pulmón con consecuente fuga de aire a la cavidad y producir una condición que amenaza la vida conocida como neumotórax a tensión, por eso es que el derrame pleural debe ser atendida únicamente por expertos en el tema y en el manejo de estos pacientes.