Desgaste o inflamación: ¿Cuál es la causa de tu Dolor Articular?
El Dolor Articular es uno de los principales motivos de consulta médica, ya sea en urgencias o consultas externas. Este síntoma puede ser causado por múltiples factores, desde el Desgaste Articular hasta Enfermedades Inflamatorias como la Artritis Reumatoide o el Lupus.
Principales causas del Dolor Articular
Dolor degenerativo
Este Dolor Articular está asociado al Desgaste Articular, generalmente causado por el envejecimiento o el uso excesivo de las articulaciones. Las actividades repetitivas, como el trabajo físico pesado o el deporte de alto impacto, pueden aumentar el riesgo de desarrollar Osteoartritis, una de las formas más comunes de Dolor degenerativo.
Dolor Inflamatorio
En este caso, el dolor es causado por enfermedades como la Artritis Reumatoide, el Lupus o la Gota. Estas condiciones generan inflamación crónica, rigidez y daño progresivo en las articulaciones.
Principales factores de riesgo
Los factores que predisponen a las personas a padecer este tipo de dolor incluyen:
- Genética: la predisposición hereditaria juega un papel importante, especialmente en Enfermedades Degenerativas como la Osteoartritis
- Obesidad y Sobrepeso: el exceso de peso incrementa la presión sobre las articulaciones, especialmente en rodillas, caderas y columna
- Estrés mecánico: ocupaciones que implican esfuerzo físico repetitivo, como albañiles o corredores, están relacionadas con un mayor riesgo de Desgaste Articular
- Tabaquismo: está asociado tanto a Enfermedades Inflamatorias como No Inflamatorias
- Edad: el envejecimiento natural es un factor clave en el desarrollo de Enfermedades Degenerativas
Consultar a un médico por Dolor Articular
Es fundamental buscar atención médica si el dolor interfiere con la calidad de vida o presenta las siguientes características:
- Rigidez prolongada: si al despertar, el paciente siente rigidez en las articulaciones por más de 30 minutos, podría tratarse de una Enfermedad Inflamatoria
- Incapacidad funcional: cuando el dolor limita las actividades diarias o impide el movimiento normal
- Aumento de volumen o deformidad articular: estos son signos de una posible inflamación severa o daño articular avanzado
- Dolor nocturno: cuando el dolor afecta el sueño, es necesario acudir a un especialista
Diferencias entre Dolor Degenerativo e Inflamatorio
La diferenciación entre ambos tipos de dolor es clave para un diagnóstico adecuado:
- Dolor Degenerativo: se presenta típicamente después de un esfuerzo físico o al final del día. No suele haber rigidez prolongada al despertar
- Dolor Inflamatorio: se caracteriza por empeorar en la mañana, con rigidez que dura más de 30 minutos y puede acompañarse de inflamación y deformidad articular
Opciones de tratamiento
Farmacoterapia
Los antiinflamatorios no esteroides (AINEs), como el naproxeno o diclofenaco, son comúnmente utilizados para aliviar el dolor y la inflamación. En casos más severos, pueden requerirse medicamentos inmunosupresores o biológicos, especialmente en Enfermedades Inflamatorias.
Cirugía
La intervención quirúrgica es necesaria cuando el dolor es incapacitante o existe daño articular avanzado. Las opciones incluyen:
- Prótesis Articulares: comúnmente en rodillas y caderas
- Drenaje Articular: para tratar Infecciones o depósitos como los Tofos Gotosos
- Cirugía Estética: en casos específicos de deformidades severas
Medidas preventivas
Reducir el riesgo de desarrollar este dolor particular es posible mediante hábitos saludables:
- Mantener un peso adecuado para disminuir la presión en las articulaciones
- Llevar una dieta balanceada rica en nutrientes antiinflamatorios
- Evitar el Tabaquismo
- Realizar ejercicio de bajo impacto que fortalezca las articulaciones sin sobrecargarlas, como natación o yoga
- Alternar las actividades repetitivas para evitar el desgaste excesivo de una sola articulación
El Dolor Articular es un síntoma que puede afectar significativamente la calidad de vida, pero con un diagnóstico temprano y el manejo adecuado es posible mejorar el pronóstico. Identificar los factores de riesgo, reconocer los signos de alarma y acudir a Reumatólogo son pasos esenciales para un tratamiento efectivo.