Día de la Madre
Nadie nace solo y es por esto que una vez al año a nivel internacional celebramos el vínculo de la maternidad. No solo de la propia madre, también de honrar y agradecer la labor tan importante que hicieron las mujeres o cuidadores primarios de nuestro linaje.
Cabe aclarar que honrar no significa lealtad ciega, se refiere a agradecer las cosas buenas que éstas te aportaron, perdonar y sanar los errores.
Se tiene la idea errónea de que es necesario ser una madre perfecta y hay muchas creencias limitantes que pueden ser conscientes o inconscientes respecto a cómo sería una madre así. Esto genera en muchas mujeres mucha frustración o incluso Depresión. Los hijos no necesitan una madre perfecta necesitan una madre feliz.
En la maternidad hay días buenos y días malos, pero no hay madre capaz de cumplir con todos los requerimientos del bebé en sus primeras etapas, si no hay un padre o una tercera persona que haga la función de apoyo a la madre.
Una vez que renuncias a este ideal social, cultural o familiar de ser la madre perfecta podemos empezar a hablar de las necesidades emocionales que necesitan los niños para un desarrollo psicoafectivo sano.
Cuando un niño nace lo primero que siente es angustia y cuando el bebé siente hambre llora porque es el peor dolor que ha sentido en su vida. por esto es que necesitan padres que estén dispuestos a contener los momentos angustiosos.
No olvidemos la importancia de darle a los niños no solo una infancia feliz, también necesitan una infancia productiva que les permita desarrollar un aparato psíquico saludable e inteligencia emocional. Y para esto los padres deben proveer un ambiente facilitador para el cual, el rol de la madre es de vital importancia.
Para el niño la dinámica de sus primeros años de vida se convierte en punto de referencia del mundo. Para esto hay que proveer al niño de las condiciones mínimas para que pueda darse tanto su crecimiento y desarrollo físico como emocional. Desde recién nacido el bebé está en una relación de dependencia absoluta y requiere de estabilidad y continuidad ambiental.
Varios psicoanalistas han aportado sus conocimientos respecto a lo que implica ser una madre suficientemente buena. Winnicott sugiere 3 puntos de la función materna para ayudar al bebé a habitar su cuerpo, reconocer a la madre y todos los objetos que la madre le irá presentando:
- Sostenimiento: se refiere a la capacidad de sostener emocionalmente al niño. El bebé vive el mundo desde su afectividad y su impulsividad. A pesar de que hay emociones y sensaciones placenteras también hay displacenteras. El bebé llora cuando tiene hambre porque es el peor dolor que ha sentido en su vida de ahí la importancia de que la madre le preste su capacidad de contención y sostén para que él logre sobrevivir a la intensidad de lo que siente. A esto se le llama contención emocional. La madre o el cuidador primario reciben las angustias, dolores y llantos del niño. una vez hecho esto de manera amorosa los transforman, devolviéndolos sin la angustia, de una forma más apropiada en que sí puedan ser toleradas el niño. En ocasiones simplemente enseñándole que lo que siente es hambre y este dolor se acaba al comer, que siente sueño y que lo que su cuerpo le pide es dormir
- Manipulación: al atentos a sus necesidades de cuidados de alivio sobre su cuerpo. Algunas de estas acciones son mirarlo, tocarlo, acariciarlo, limpiarlo, etc. Estas acciones le trasmiten al niño el siguiente mensaje “te quiero, me importas, tú vales, mereces cuidado, eres objeto de mi amor” en el lenguaje del cuerpo, dejar de hacerlo es dar el mensaje contrario. Esta experiencia en la que el niño se habita a si mismo es la manera en la que se le enseña al niño el amor propio ya que al crecer el niño será un adulto consiente de que el amor propio incluye el auto cuidado
- Presentación del objeto: tiene que ver con la posibilidad de crear una ilusión el niño sobre conocer el mundo que le rodea. Los objetos son presentados porque existen al introducir a los niños al mundo que los rodea de una manera neutra y amorosa el niño convertido en adulto tendrá una mucho mayor aceptación de la realidad sin tanta angustia ni prejuicios
Es importante hacer hincapié que es normal que los padres cometan errores, omitan cuidados, se equivoquen, etc. que le genere al niño displacer, dolor o incomodidad. Lo importante es que sean proporcionales a lo que el niño podrá soportar y no sobrepasen cierto umbral de tolerancia que deberá ir creciendo con el tiempo.
Es por esto que a pesar de los errores que se puedan cometer bastaría una madre suficientemente buena capaz de aprender de la experiencia y de reparar, para que las experiencias cotidianas negativas, no dejen una marca traumática.
Cabe recalcar que los bebés se convierten en niños y los niños en adolescentes y los adolescentes en adultos. La función materna es la labor de sostener la mano de sus hijos por un tiempo, pero siempre sostenerlos en su corazón.