Día Mundial del Riñón, un reto para todos
Cada segundo jueves de marzo se conmemora el Día Mundial del Riñón, que busca concientizar la importancia de prevenir, tratar e informar sobre la salud de los riñones
Por lo regular sólo se realiza el 30% de los trasplantes de riñón que se necesitan en todo el mundo y desafortunadamente en 2020 se atendieron menos del 10% debido a la Pandemia por COVID-19.
Cada segundo jueves de marzo se conmemora el Día Mundial del Riñón, que busca concientizar la importancia de prevenir, tratar e informar sobre la salud de los riñones.
La función de los riñones en nuestro cuerpo
Gracias a estos órganos podemos eliminar el exceso de líquido que no requerimos en la sangre por medio de la orina. Con ellos, se mantiene un equilibrio en los niveles de agua, sales y minerales en el cuerpo. Entre otras funciones, los riñones regulan la presión arterial y los niveles de ácido-básico.
Una de las enfermedades más comunes y peligrosas es la enfermedad renal crónica, la cual se describe como la pérdida gradual de la función renal. Cuando esto pasa y la atención médica no es oportuna, los electrolitos y desechos en el cuerpo se pueden acumular provocando complicaciones en la salud asociadas con la presión arterial, enfermedades crónico degenerativas y del corazón.
El avance de la enfermedad renal crónica suele ser lenta pero estos síntomas pueden ayudar a tener un diagnóstico temprano:
- Presencia de vómito frecuente
- Falta de apetito
- Fatiga y debilidad en los músculos
- Insomnio
- Cambios en la expulsión de orina (color y dolor constante)
- Puede haber hinchazón en los músculos, pies y tobillos
Hasta ahora la enfermedad renal crónica no es curable, sin embargo, hay tratamientos urológicos que ayudan a retrasar la progresión de la enfermedad y reducir sus efectos en la salud de otros órganos.
Trasplante de riñón: un reto para el mundo
Cuando un riñón pierde su funcionalidad por completo y el paciente requiere de una donación de este órgano para seguir viviendo, aparecen diferentes factores que la convierten en una labor casi imposible para los especialistas.
Miembros de la Organización Mundial de la Salud (OMS), explicaron algunas razones por las que el trasplante de riñón se vuelve tan difícil y más en los países donde no se cuenta con las herramientas para llevarlo a cabo, “los profesionales sanitarios y las personas en general no se percatan de cómo funciona la donación de órganos después de la muerte y no saben aplicarlo”.
Según algunos expertos, los especialistas tienen una idea equivocada donde creen que los riesgos de muerte para el donante son altas y su esperanza de vida cambia después de la operación. “Todo lo contrario: si los encargados del paciente realizan una evaluación completa y variada, los modos de vida del donante no tienen por qué cambiar” señalaron.
La OMS explicó que, para llegar a una mayor tasa de trasplantes, es crucial redoblar esfuerzos también en los pacientes fallecidos, una idea que parece difícil de asimilar para sus familiares. Sin embargo, con campañas de información, ayuda de los Gobiernos y abogando por un gesto de civismo y empatía, los expertos confían en que el número de trasplantes crezca, así como los cuidados en la salud de los riñones.
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