Dietas milagro para la operación bikini
A pesar del paso del tiempo, siguen siendo popularmente conocidos los planes de alimentación catalogados como “Dietas milagro” por la rapidez con que moldean supuestamente nuestro cuerpo. Sin embargo, lo que persiguen estos planes y otros creados más recientemente, pero con otros nombres, ni es tan cierto ni recomendable como lo prometen
Según el tipo de mujer, existen dietas que recomiendan a la mujer una cantidad concreta de kilocalorías en función de la anchura de sus caderas, cuando éstas representan un dato personal e intransferible de cada una. Otra Dieta milagro es la Dieta de emergencia, consistente en la pérdida de 2 kg y medio en 5 días. Eso sí, de agua y no de grasa, así que sus resultados duran muy poco tiempo.
Otras dietas sospechosas
La Dieta del arroz, el pollo y la manzana es tan curiosa como su propio nombre. Consiste, durante 9 días, en comer solo arroz durante los primeros 3 días, solo pollo en los 3 siguientes, y únicamente manzanas en los 3 últimos. Se acaba ganando peso en lugar de perderlo, pues el Metabolismo, en lugar de gastar, guarda la energía para sobrevivir al déficit de nutrientes.
También encontramos la Dieta del helado, que permite comer uno cada día… Sacrificando la comida. Por otro lado, la Dieta exprés elimina al máximo el consumo de grasas y de proteína, en la que la única grasa permitida es una cucharada de aceite al día, y la única proteína, la que procede del yogur y la gelatina.
Dietas aparentemente sanas
Si escuchamos “Dieta de la patata” podríamos pensar que es algo muy sano. Pero si consta únicamente de ésta, estaríamos hablando claramente de una Dieta con un claro déficit nutricional. Curiosa es la Dieta Atkins, hiperproteica y en la que se eliminan todos los hidratos de carbono con barra libre de carne, lo que conlleva un aumento de Colesterol, triglicéridos y ácido úrico y la necesidad de eliminar toda la proteína ingerida en exceso.
Por último, en la Dieta Montignac no se pueden mezclar hidratos de carbono con proteínas y grasas en la misma comida, de este modo supuestamente el cuerpo consume más energía digiriendo. Si esto fuera cierto las legumbres, los lácteos, los cereales (pan, pasta, arroz) o los frutos secos deberían eliminarse de la alimentación por contener hidratos de carbono y proteína a la vez.