Disautonomía: Síntomas, factores agravantes y medidas para manejarla
La Disautonomía es un padecimiento en el que el sistema nervioso autónomo no funciona adecuadamente, alterando los mecanismos que regulan el funcionamiento del organismo. Esto puede afectar la presión arterial, la frecuencia cardíaca, la sudoración, y la tolerancia al frío o al calor. Como resultado, las personas pueden experimentar molestias físicas y, en ocasiones, Síncopes o pérdida del estado de alerta.
Aunque puede presentarse en cualquier persona, este trastorno es más frecuente en mujeres jóvenes, delgadas y de entre 15 y 35 años.
¿Cómo identificar la Disautonomía? Principales señales y síntomas
Las personas con Disautonomía suelen sentirse mal en situaciones como:
- Estar inactivas
- Experimentar emociones fuertes o estrés emocional
- Permanecer en lugares cerrados, calurosos o muy concurridos, como iglesias o bancos
Los síntomas comunes incluyen:
- Decaimiento
- Cansancio constante
- Falta de interés en el entorno
- Tristeza recurrente
- Sudoración excesiva
- Visión borrosa
Estos signos pueden llevar a que se les etiquete injustamente como flojos o poco sociables, lo que puede empeorar su calidad de vida.
Complicaciones y efectos en la calidad de vida de la Disautonomía
Aunque la Disautonomía no representa un riesgo vital si se diagnostica y trata correctamente, puede afectar significativamente la calidad de vida. La discriminación y la falta de comprensión son frecuentes debido a la variedad de síntomas que pueden confundirse con padecimientos somáticos o mentales.
La Disautonomía se diagnostica mediante una visita al médico. Las personas suelen visitar múltiples especialistas antes de recibir un diagnóstico correcto. Existe una alta probabilidad de que los síntomas sean confundidos con enfermedades como Fibromialgia, Síndrome de Fatiga Crónica, Hipotiroidismo o Hipoglucemia.
El diagnóstico más preciso se realiza mediante la prueba de inclinación (tilt test o mesa basculante).
¿Cómo sabe si puede tener Disautonomía?
Entre las principales señales de Disautonomía se encuentran:
- Baja presión arterial
- Palpitaciones y mareos al levantarse
- Cansancio crónico
- Sudoración excesiva
- Manos frías
- Migrañas frecuentes
- Cólicos e inflamación abdominal
- Intolerancia al frío o al calor
- Visión borrosa
- Problemas gastrointestinales: Estreñimiento o Diarrea
- Urgencia o frecuencia urinaria
- Dolores musculares y de pecho
- Ánimo bajo o sensación de desmayo
- Pérdida de Conciencia
Factores que pueden agravar los síntomas
Los síntomas de la Disautonomía pueden intensificarse por situaciones como:
- Deshidratación: causada por calor extremo, fiebre, vómitos o Diarrea
- Exposición al calor: baños prolongados, saunas o jacuzzis
- Altura: como la de la Ciudad de México o al practicar montañismo
- Estar de pie por largos periodos: en bancos, escuelas o iglesias
- Alimentación: comidas abundantes, exceso de carbohidratos o consumo de alcohol
- Factores emocionales: nerviosismo, Estrés o emociones fuertes
- Cambios fisiológicos: después de relaciones sexuales, durante el período menstrual o el embarazo
Otros factores incluyen Anemia aguda, reposos en cama prolongado, exceso de esfuerzo para defecar u orinar, comida muy abundante, con exceso de carbohidratos y de alcohol.
¿Qué medidas pueden ayudar a manejar la Disautonomía?
El manejo de la Disautonomía incluye medidas generales y cambios en el estilo de vida:
- Evitar permanecer de pie durante largos periodos
- Mantenerse activo: caminar despacio o mover las extremidades al estar sentado
- Usar medias de compresión de grado medio
- Evitar la deshidratación: consumir de 2 a 3 litros de agua al día
- Reducir el consumo de alcohol y comidas abundantes
- Reposar de 15 a 30 minutos después de las comidas
- Aumentar el consumo de sal en las comidas, según lo indique el médico
- Realizar la prueba de mesa inclinada para diagnóstico y seguimiento
La Disautonomía es un padecimiento complejo que afecta tanto el cuerpo como la calidad de vida. Sin embargo, con un diagnóstico adecuado y cambios en el estilo de vida, es posible manejar sus síntomas y reducir su impacto. Si experimentas alguno de los síntomas descritos, consulta a un especialista en Cardiología para recibir el tratamiento adecuado.