El ligamento cruzado anterior: estabilizador clave de la rodilla
El ligamento cruzado anterior (LCA) es una estructura interna de la rodilla que juega un papel fundamental en su estabilidad.
Se encarga de controlar el movimiento hacia delante y hacia atrás de la articulación, brindándole soporte y previniendo desplazamientos anormales.
Lesiones de Ligamento Cruzado Anterior
El LCA puede sufrir diferentes tipos de lesiones:
· Rotura completa: Desgarro total del ligamento.
· Rotura parcial: Desgarro de algunas fibras del ligamento.
· Distensión: Estiramiento del ligamento sin llegar a romperse.
Síntomas:
Los pacientes con una lesión del LCA suelen presentar:
· Sensación de "rodilla floja" o inestabilidad.
· Dolor al subir o bajar escaleras, brincar o realizar movimientos de pivoteo.
· Inflamación y derrame articular.
¿Cómo prevenir y tratar este tipo de lesiones?
La mejor manera de prevenir lesiones del Ligamento Cruzado Anterior es mantener una buena condición física fortaleciendo los músculos alrededor de la rodilla y aprender técnicas de caída adecuadas, especialmente en deportes de alto impacto.
El tratamiento de la lesión del LCA depende de la gravedad...
Rotura completa: Requiere cirugía para reconstruir el ligamento.
Rotura parcial o distensión: Puede tratarse con fisioterapia, infiltraciones o, en algunos casos, reparación quirúrgica.
Es fundamental consultar con un Traumatólogo especialista en Cirugía Articular y Medicina Deportiva ante la sospecha de una lesión de esta índole. La atención médica oportuna y especializada es crucial para evitar complicaciones a largo plazo, como el daño al cartílago y menisco.