El miedo al dentista
Las personas que padecen miedo al dentista reconocen que el origen de esta aprensión se sitúa en la infancia y la adolescencia como consecuencia de una experiencia dramática
Se estima que entre el 10 y el 15% de la población experimenta ansiedad cuando tiene que acudir al dentista, lo que puede inducirle a cancelar o posponer su cita con el especialista y tiene efectos negativos sobre su salud buco dental.
Normalmente, este temor suele tener su origen en experiencias traumáticas que tuvieron con anterioridad. Las personas que padecen miedo al dentista reconocen que el origen de esta aprensión se sitúa en la infancia y la adolescencia como consecuencia de una experiencia dramática.
No obstante, también hay casos de personas que admiten haberse sentido relajadas durante un cierto tiempo y luego han desarrollado el miedo a lo largo de un tratamiento e incluso hay casos de personas que sufren la fobia sin haber pasado nunca por la consulta del dentista.
La mayoría de las personas que acuden con el dentista tienen pánico por experiencias anteriores que han sido traumáticas no solamente por dolor sino por el trato personal que presentaron.
Se debe tener también en cuenta que cada paciente tiene una percepción distinta del dolor, y lo que para unos puede ser un procedimiento inocuo, para otros puede ser extraordinariamente molesto.
El dolor o la molestia puede estar enraizado en la mente y aunque este totalmente anestesiado la percepción de ese "dolor" es sentido de una manera viva y completa.
En los más pequeños, es importante crear un ambiente familiar en el que se fomentan las visitas regulares al dentista y una actitud positiva hacia los cuidados dentales para evitar que en los más pequeños aparezca la fobia al dentista.
Tratamientos alternativos
La sedación es una alternativa rápida e indolora que provoca un adormecimiento total (sedación intravenosa), segura y controlada durante todo el tiempo que se necesite.
También puede realizarse una sedación gaseosa consciente, que produce una sensación de bienestar y relax con voluntad y cooperación, estando despierto durante la sesión y relajado. Con una sola visita se puede lograr finalizar el 90 % del tratamiento.
Los tratamientos complejos que requieren de varias visitas se pueden completar en una sola sesión con la Sedación Intravenosa ya que el paciente vive esta experiencia sin darse cuenta y al despertar el tratamiento está completado. Su vivencia es de solo 15 -20 minutos aunque haya pasado 2 horas.
La sedación gaseosa se utiliza para relajar y estar cómodo en cada sesión y no tienen consecuencias posteriores ya que deja de tener efecto a los minutos de ser aplicada.