El tendón de Aquiles
El tendón de Aquiles, el más potente del cuerpo humano, se sitúa en la parte posterior y distal de la pierna, por detrás del tobillo. Es el tendón de los músculos gemelos y el soleo, y se inserta en la parte posterior del calcáneo. Su función es la de propulsarnos en la marcha, la carrera y el salto
Tipos de lesiones
Se pueden clasificar las Lesiones del Tendón de Aquiles en dos grupos: las Roturas del Tendón y las Tendinopatías. La Rotura del Tendón de Aquiles suele ser completa y brusca. Es una lesión aguda y muy incapacitante, habitualmente deportiva.
Tendinitis Aquílea
Actualmente el término de Tendinitis Aquílea ha sido cambiado por el de Tendinopatía Aquílea, debido a que no siempre existe inflamación. Está relacionada con el sobreuso del tendón y tiende a hacerse crónica. Suele ir acompañada de Tendinosis, que es una degeneración del tejido conjuntivo del tendón.
Según su localización, se pueden dividir las Tendinopatías en lesiones del cuerpo del tendón, no insercionales, y lesiones de la porción distal, insercionales. En estas últimas son relevantes la Enfermedad de Haglund, y la Enteropatía Calcificada.
Síntomas
Todas las Lesiones del Tendón de Aquiles se caracterizan por el dolor y la limitación de movimiento en la actividad deportiva, especialmente en la carrera.
Tratamiento
En las Roturas es necesario tratamiento quirúrgico en la gran mayoría de los casos. En los casos de Tendinopatía el tratamiento inicial es conservador: consiste en realizar cambios en la actividad deportiva, favorecer el fortalecimiento, el uso de Fisioterapia e incluso la aplicación de algún tipo de Infiltraciones. Cuando la patología se hace crónica y no responde a estas medidas, la mejor opción es optar por el tratamiento quirúrgico, con el que se obtienen excelentes resultados.